martes, noviembre 17, 2020

El “impuesto a la riqueza”

Este martes, las bancadas del Frente de Todos y aliados darían media sanción al proyecto de “impuesto a las grandes fortunas”. Se da por descontada su sanción definitiva en el Senado. 
 El tratamiento del proyecto se producirá en el marco de la presencia de la misión del FMI. En la víspera, los senadores oficialistas entregaron una carta a los funcionarios del Fondo que Clarín interpretó como “una forma de diferenciarse de otras figuras del oficialismo”. En ella reclaman al FMI que éste “se abstenga de exigir o condicionar las políticas económicas de la Argentina para los próximos años”, seguido de un pedido de reconsideración de intereses, prórroga de vencimientos y mayores plazos de amortización. El Movimiento Evita anunció que se movilizará al Congreso en apoyo a su sanción.
 El impuesto en cuestión gravará a personas físicas que posean un patrimonio superior a 200 millones de pesos, con una alícuota del 2%, que se incrementa hasta llegar al 3,5% para los patrimonios superiores a $3.000 millones. Quienes tengan bienes declarados en el exterior, deberán pagar un diferencial del 50%. Si deciden repatriar al menos el 30% de sus tenencias financieras, quedarán exceptuados de ese recargo 
 Según la estimación de AFIP, el “impuesto a la riqueza” afectará a un grupo de 9.298 contribuyentes. Este tipo de impuestos se encuentran en la agenda de numerosos países y gobiernos capitalistas, debido a la necesidad de solventar el déficit fiscal que trajo aparejado la pandemia. Sin embargo, ha despertado resquemores. Daniel Pellegrina, titular de la Sociedad Rural, dijo “no saber” (?) si se encuentra alcanzado por el tributo, pero aseguró que “va a afectar la producción” (?) (Clarín, 16/11). El bloque de Juntos por el Cambio se ha unido en torno a su rechazo. El Frente de Izquierda anunció la abstención de sus dos diputados. 
 Los impulsores del “impuesto a la riqueza” apuntan a recaudar $300 mil millones que serán destinados, según establece el proyecto, a equipamientos para la salud, subsidios y créditos a las PyMEs, urbanización de barrios populares, becas de estudio, y equipamiento a YPF para producir y envasar gas natural. Las acciones de YPF experimentaron un leve repunte con el anuncio de la vacuna luego de meses de caída. En concreto, los destinatarios últimos serían los proveedores de bienes y servicios asociados a la petrolera. El subsidio a las empresas mantiene la línea desplegada por F-F en el curso de la pandemia, que ha destinado el 75% del auxilio económico del Estado a los sectores capitalistas. En cualquier caso, además, el destino específico que la ley asigna a lo recaudado podrá ser reasignado por el Poder Ejecutivo a otras partidas presupuestarias. Probablemente, no sume un solo barbijo más a los desahuciados hospitales públicos de la Argentina. Asimismo está descartado, por lo pronto, que la recaudación del “impuesto a la riqueza” sirva para financiar una nueva ronda del IFE. 
 El proyecto oficial exhibe una mezquindad sin límite. Su recaudación no alcanzará, en el mejor de los casos, el 1% del PBI, cuando la caída del mismo ronda el 20%. Guzmán ha anticipado al FMI que, si bien el presupuesto contempla un déficit del 4,5%, proyecta reducirlo a menos de cuatro puntos porcentuales. Lo recaudado no surtirá mayor efecto que un vaso de agua en el océano del ajuste.

Jacyn 
16/11/2020

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