jueves, marzo 16, 2017

Albert Einstein: la vida de un genio



Un 14 de marzo pero de 1879 nace en Ulm, Alemania, Albert Einstein, quien se convertiría en una de las personalidades más brillantes y reconocidas del siglo XX.

Albert Einstein nació en una época cuando la mayoría de los físicos creía que el Universo se comprendía en su totalidad, que ya no había muchas cosas por hacer en el terreno de la física salvo mejorar la precisión de las mediciones ya obtenidas.
Sin embargo, había una serie de problemas aún sin resolver como la catástrofe ultravioleta con la radiación del cuerpo negro y el problema del éter y las propiedades corpusculares de la luz donde él ayudaría a comprender el por qué de estos fenómenos.
Durante su juventud como estudiante de doctorado dedicó tiempo fuera de clases para impartir asesorías de física y con ello solventar algunos gastos. El 5 de febrero de 1902 en Berna, Suiza. Maurice Solovine, joven rumano estudiante de Filosofía de la universidad local leyó el siguiente aviso en un periódico de la localidad:
Después de dos horas de charla y media hora más de plática en la puerta, Solovine decide reunirse regularmente. Posteriormente se les une un estudiante de doctorado en matemáticas Konard Habicht. Entre los tres forman una sociedad que bautizan como Academia Olimpia (Akademie Olympia) cuyo objetivo era filosofar y discutir temas de física y matemáticas.
Lo interesante de estas charlas es que los integrantes de la Academia Olimpia discutieron la obra de Ernst Mach, La ciencia de la Mecánica (1883), donde Mach discute los conceptos de tiempo y espacio que seguramente servirían de inspiración para la teoría de la Relatividad de Einstein.

1905: el año milagroso

Durante su trabajo en la oficina de patentes de Berna publicó una serie de artículos entre los que se incluía la Teoría de la Relatividad. Los otros dos artículos fueron sobre el Movimiento Browniano y el efecto fotoeléctrico, cuyo desarrollo le hizo ganar el premio Nobel de Física en 1921.
La Teoría de Relatividad fue bastante controversial por cuestionar los grandes pilares de la física clásica de Newton entorno a la concepción de tiempo y causalidad. De ella se deriva la equivalencia entre materia y energía cuya versión para la energía de la masa en reposo es la famosa ecuación E=mc2. Dicha teoría tiene básicamente dos postulados esenciales:
1.Las leyes de la física son iguales para cualquier observador inercial en el Universo.
2.La velocidad de la luz es una constante universal independiente del marco de referencia del observador.

Einstein se vuelve famoso

Para 1915, diez años después de sus primeros trabajos, Einstein expande su teoría de la relatividad especial y añade la gravedad en su reformulada teoría de la relatividad General.
Esta teoría era mucho más compleja que la primera ya que requería de matemáticas muy avanzadas para su época y consiste de los siguientes postulados:
1.La gravedad no es una fuerza sino una deformación del Espacio-Tiempo producto de la Materia-Energía.
2.Establece el Principio de Equivalencia entre campos gravitacionales y sistemas no inerciales o acelerados.
3.Se mantienen los dos postulados de la Relatividad Especial.
Parra demostrar la validez de su teoría tienen que pasar algunos años y es durante el eclipse de 1919 cuando Einstein se une a la expedición de Sir Arthur Eddington a la isla Príncipe en África para fotografiar las estrellas del fondo durante el eclipse y mostrar la curvatura de la luz en presencia de un objeto masivo, en este caso, el Sol. Este evento hizo que Einstein se convirtiera en toda una celebridad.
Además de ello, logró explicar la precesión de Mercurio, un fenómeno que las leyes de Newton no habían podido explicar hasta el momento y más recientemente, con los aparatos GPS se ha confirmado la dilatación del tiempo en presencia de campos gravitacionales.

La visión política de Einstein

Durante el ascenso del nazismo en Alemania, Einstein emigra a Estados Unidos en 1932 donde se dedica a la docencia. Cabe destacar que años después Einstein sería perseguido por el nazismo alemán por sus raíces judías.
Posteriormente, a inicios de la Segunda Guerra Mundial, en 1939 Einstein envió una carta al presidente Roosevelt en la cual explicaba la importancia de desarrollar la fisión nuclear del uranio. Esto contribuyó a la creación del proyecto Manhattan que desarrolló la bomba atómica.
Einstein quedó perplejo y arrepentido de haber enviado la carta a Roosevelt después de que en 1945 estallaran las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Desde entonces, Einstein temió que la siguiente guerra mundial, una guerra nuclear, terminara con la civilización entera.
La posible guerra nuclear fue quizás la razón que influyera a Einstein para redefinirse en términos de un socialismo ético dejando atrás los modelos económicos que favorecieran el uso de las armas (y por consiguiente las guerras), para abrirse paso en los nuevos mercados.
En 1949 Albert Einstein escribió un ensayo en que critica al capitalismo y con ello manifiesta una inclinación hacia un socialismo no burocratizado como el de la entonces Unión Soviética. Einstein concluye que ante el análisis del sistema capitalista, a grandes rasgos, la solución es lógicamente una economía socialista acompañada del establecimiento de una educación enfocada hacia metas sociales. Es decir, un modo de producción enfocado en las necesidades de la misma sociedad y no en la ganancia, una economía planificada con compromiso social entre sus individuos.

La muerte de un grande

Einstein dedicó sus últimos años de vida a tratar de desarrollar la teoría del campo unificado donde pretendía llegar a una ecuación sencilla que fuera capaz de englobar las grandes cuestiones de la física hasta el momento donde la incompatibilidad entre la mecánica cuántica y la relatividad general eran el gran embrollo por resolver, y lo sigue siendo.
Finalmente, en 1955 por complicaciones con una hemorragia interna Einstein muere rechazando más cirugías y diciendo:
“Quiero irme cuando quiero. Es de mal gusto prolongar artificialmente la vida. He hecho mi parte, es hora de irse. Yo lo haré con elegancia”.
Tenía 76 años y Einstein fue quizá una víctima de su propia vida, sus temores con respecto al desarrollo inmensurado e inconsciente de la tecnología ya se han hecho realidad a décadas de su muerte, pero siempre creyó en la humanidad y su capacidad para ver más allá de las cosas. Le dedicó tiempo al estudio de la ciencia, la filosofía y de cierto modo, de la esencia del propio ser humano.
La vida de Einstein estuvo plagada de debates, como los que tuvo con Bhor en torno a la mecánica cuántica. Así mismo, le tocó vivir las atrocidades de dos guerras mundiales, y la puesta a prueba de su famosa ecuación al ver estallar las primeras bombas atómicas en Japón.
Estos fenómenos, la fama y la ciencia hicieron de Einstein una gran personalidad cuyas ideas geniales para develar los misterios del Universo y el mismo ser humano siguen siendo la inspiración de millones de personas en el mundo.

De una carta para un amigo:

“Tú y yo, aunque mortales, no envejecemos, sin importar cuántos años vivamos…(porque) no dejamos de contemplar, como dos niños curiosos, el gran Misterio de haber nacido.”

Aztlán Almodóvar
LID

No hay comentarios.: