Entrevista a Malainin Lakhal, traductor saharauí, defensor de los derechos humanos, periodista independiente y miembro del Observatorio Saharaui de Recursos Naturales
Malainin Lakhal es un traductor saharauí, defensor de los derechos humanos, periodista independiente y miembro del Observatorio Saharaui de Recursos Naturales. He aquí el texto de la Entrevista realizada por African Democratic Institute (ADI), organización no gubernamental sin fines de lucro radicada en Johanesburgo, Sudáfica.
-ADI: ¿Cómo era la vida en el Sáhara Occidental?
-Malainin: Crecer en el Sáhara Occidental ocupado es como crecer en una enorme prisión abierta. La ocupación militar marroquí mantuvo un violento asedio a las diferentes ciudades de los territorios desde los primeros días de la invasión. De hecho, la invasión comenzó el 31 de diciembre de 1975 con una gran operación militar que arrasó cientos de aldeas nómadas saharauis, matando a miles de víctimas, otros miles desaparecieron, y todavía sigue sin saberse nada de otras 600 personas.
Y por supuesto, como niño saharaui, crecer en las escuelas marroquíes y ser controlado por maestros marroquíes fue una experiencia muy difícil porque nos trataban de manera diferente, como se haría con cualquier pueblo colonizado. En la clase, en las calles, en los campos de juego, los policías nos trataban como sospechosos, siendo detenidos a menudo si ocurría algo. Somos los "sucios saharauis", los "pastores de camellos", como solían llamarnos. Toda mi generación y la generación siguiente estábamos acostumbrados a ser detenidos en las calles con o sin razón, a ser llevados a las comisarías, a ser golpeados y torturados por policías marroquíes simplemente por diversión o para pedirnos alguna información específica; a pasar una noche o dos en los calabozos antes de ser puestos en libertad. Muchos de nosotros seríamos encarcelados durante períodos más largos, o incluso desapareceríamos por largos períodos o para siempre.
En la escuela, se nos discriminaba. En aquellos tiempos era difícil para un saharaui terminar la escuela. Las autoridades coloniales hacían todo lo posible para disuadirnos de progresar en nuestros estudios. Y llegar a la universidad fue un milagro para muchos de nosotros. Como niños, nos vimos forzados a ser muy conscientes políticamente desde nuestra infancia, debido a ese trato; y por supuesto, también éramos políticamente activos, y tendíamos a hacer cuanto podíamos para hacer la vida difícil a las autoridades coloniales en las calles, especialmente por las noches. En resumen, la vida en las zonas ocupadas del Sáhara Occidental es la vida de un pueblo colonizado que lucha por su libertad y que es oprimido por los colonizadores a causa de esta lucha. La única diferencia aquí es que el colonizador es otro país africano.
-¿Qué significa para usted el Día de la Independencia de su país?
-Significa muchas cosas contradictorias al mismo tiempo. En primer lugar, estoy orgulloso de que mi pueblo haya tenido éxito en un momento muy difícil de su historia para declarar su voluntad política y traducirla en la constitución y proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Pero, hasta la fecha, mi país no es completamente libre ni totalmente independiente. Todavía tenemos dos tercios de nuestro país bajo el yugo de la ocupación colonial marroquí. Por lo tanto, no hay manera de que podamos celebrar nuestra independencia como nos gustaría hacer. Pero, por otra parte, nuestro Día de la Independencia es también un recordatorio para nosotros y para el mundo de que algo está mal en el Sáhara Occidental. Es un mensaje, de nuestro pueblo a la llamada comunidad internacional, de que nosotros, los saharauis, ya hemos decidido nuestro futuro, y estamos dispuestos a confirmarlo en un referéndum de autodeterminación si se nos permite hacerlo. De lo contrario, nuestra elección es clara. ¡Queremos ser libres! No hay otra alternativa a nuestra libertad. ¡Es obligatorio! Queremos construir nuestro Estado y nuestra Nación, y estamos dispuestos a hacerlo, porque ya hemos construido nuestras propias instituciones, nuestro propio gobierno, que ha logrado, durante más de 40 años, dirigir los únicos campamentos de refugiados en el mundo levantados, administrados y organizados por los propios refugiados. Sólo necesitamos que Francia y su protegida, la Monarquía de Marruecos, nos dejen solos, que dejen de mantener el neocolonialismo en nuestro país.
-La disputa territorial entre el saharaui Frente Polisario y Marruecos continúa desde 1975; Marruecos se niega a reconocer la independencia del país - ¿Cómo ve usted la disputa (cuál es el problema) y la forma en que ha afectado a su país?
-El conflicto del Sáhara Occidental es una cuestión clara de descolonización. Esto no es una opinión, sino un hecho establecido y confirmado por más de 110 resoluciones de la ONU, muchas otras resoluciones de la UA, la UE y otros organismos. La Corte Internacional de Justicia también emitió un claro dictamen a la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1975, afirmando que el Sáhara Occidental es un territorio no autónomo, que Marruecos no tiene soberanía sobre él y que este territorio tiene un pueblo bien determinado, los saharauis, quienes, de acuerdo con ese dictamen de la CIJ, tienen el derecho inalienable a la libre determinación, que deberían ejercer en el marco de la histórica resolución 1514, en virtud de la cual muchas naciones africanas obtuvieron su independencia en los años sesenta. Por lo tanto, desde el punto de vista jurídico, el tema está muy claro, hasta el extremo de que ningún país en el mundo reconoce la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
Pero el Sahara Occidental es un territorio muy rico, con todo tipo de recursos, renovables y no renovables. Esta es una de las principales razones por las que Marruecos, respaldado por Francia por supuesto, se niega a reconocer, como usted ha señalado, no sólo nuestra independencia sino incluso nuestro propio derecho a la existencia, a la libertad y a la autodeterminación.
Al igual que los sudafricanos sufrieron antaño bajo el régimen del apartheid, nosotros seguimos padeciendo en las zonas ocupadas del Sáhara Occidental detenciones arbitrarias, las manifestaciones pacíficas están prohibidas y si se organizan son violentamente reprimidas, tenemos ahora mismo alrededor de 50 presos políticos en cárceles marroquíes, muchos de los cuales fueron juzgados por tribunales militares marroquíes, pese a tratarse de civiles y en su mayoría estudiantes. El régimen marroquí cometió crímenes atroces y bien documentados contra la humanidad en los años setenta y ochenta, y sigue cometiendo violaciones consideradas crímenes de lesa humanidad, como las desapariciones forzadas, las torturas, las ejecuciones sumarias, etc.
Por lo tanto, para resumir, el Sáhara Occidental es una cuestión de descolonización, donde los colonizados estamos luchando contra un violento régimen militar colonial que se niega a reconocer o permitir que el pueblo decida sobre su futuro y su territorio.
-¿La resistencia del Frente Polisario a las fuerzas marroquíes es de carácter agresivo o el Frente practica la resistencia pasiva? ¿Qué significan los choques violentos que se producen?
-Hay que recordar que el Frente Polisario fue creado en 1973 por un grupo de jóvenes guerrilleros saharauis para dirigir la lucha armada contra la colonización española en aquel entonces. Cuando Marruecos se confabuló con España para reemplazarla ilegalmente, el Frente Polisario emprendió una guerra de guerrillas de 16 años contra la nueva potencia colonial, y de hecho logró causar graves daños a la Monarquía alauita y a su ejército. Este claro éxito del Polisario obligó al anterior rey marroquí, Hassan II, a aceptar el Plan de Arreglo de la OUA / ONU en 1991, que supuestamente habría de llevar a la organización por la ONU de un referéndum de autodeterminación con tres opciones: independencia, integración en Marruecos u otra forma de asociación con otra entidad.
De manera que durante aquellos años de guerra la resistencia civil saharaui también existía, aunque en forma de organizaciones clandestinas dedicadas a sensibilizar a la gente, reunir apoyo al Polisario y, a veces, realizar algunas operaciones de sabotaje contra instituciones marroquíes y las fuerzas militares y policiales.
Después de que la ONU estableciera su Misión, MINURSO, en el país, la resistencia saharaui optó por manifestaciones pacíficas y dirigió su lucha hacia el activismo de la sociedad civil en defensa de los derechos humanos, los recursos naturales y las demandas sociales. Esta resistencia pacífica continúa hasta la fecha, liderada por una activa sociedad civil saharaui en paralelo con las acciones diplomáticas y políticas oficiales saharauis.
-Marruecos se convirtió recientemente en el 55º Estado miembro de la Unión Africana. ¿Cómo se sintió con esa noticia?
-Ese fue un día triste para África. Marruecos es sin duda un país africano, pero su régimen es un régimen colonial a sueldo de Francia; no merece sentarse en la Organización que ha estado luchando desde su creación contra las potencias coloniales. Así que, para mí, la aceptación de la solicitud marroquí para unirse a la UA es exactamente similar a una teórica aceptación de que el régimen del apartheid se sentara, en los años sesenta y setenta, junto a las naciones africanas entonces miembros de la OUA. ¿Cómo le sentaría eso a usted?
Ahora, muchos defensores de la causa saharaui en la UA han aceptado la solicitud marroquí porque dicen que prefieren tratar el asunto en casa con Marruecos sentado con ellos bajo el mismo techo, en lugar de mantener a Rabat afuera, como era hasta ahora, y chocar con su continua negativa a permitir que la UA intervenga en el conflicto. Bueno, ese es un argumento a verificar. Veremos si funcionará o no. Pero para mí, estoy seguro de que Marruecos se ha integrado en la Unión Africana solamente por dos razones: Una, quiere ser miembro para moderar la posición de la UA sobre el conflicto o incluso para impedir a sus órganos decisorios adoptar posiciones firmes sobre el conflicto. Dos, si Rabat no logra ese primer objetivo, entonces viene el segundo, que será provocar la división e incluso destruir la organización desde dentro. Marruecos es un Estado bandido que utiliza todas las formas de corrupción y métodos de espionaje para lograr sus objetivos en los organismos internacionales. Recordemos, por ejemplo, los documentos de Wikileaks que desvelaron hace unos años cómo el embajador marroquí en Ginebra compraba a diplomáticos de la ONU y espiaba a altos funcionarios de la ONU, entre ellos Ban Ki-Moon y Christopher Ross. Estos métodos siguen siendo utilizados por Marruecos con muchos países africanos. Dicho esto, me temo que las autoridades marroquíes empezarán, si no lo están haciendo ya, a buscar diplomáticos y funcionarios africanos corrompidos para comprar sus servicios con el fin de controlar o destruir la UA. Con toda seguridad, veremos suceder esto en el futuro; y por cierto, ya hay rumores e indicios de corrupción en torno a muchos políticos africanos, especialmente en algunos países que están históricamente bajo la influencia francesa.
-¿Sabía usted que el Presidente saliente de la UA, S.E. Nkosazana Dlamini-Zuma, nombró al primer Enviado Especial al Sáhara Occidental (2014) en un intento de resolver el conflicto? ¿Cuál es su opinión sobre el papel / la influencia de la UA en la búsqueda de una solución pacífica a los retos de su país?
-Tengo que subrayar al respecto que S.E. Dlamini Zuma ha hecho mucho por el continente africano durante su mandato, no sólo por el Sáhara Occidental. El principal y más destacado logro de esta gran mujer panafricanista es nada menos que la clara y genial elaboración y adopción de la Agenda 2063, además de muchos otros importantes documentos de política y estrategia que definen adónde va África y cómo logrará sus objetivos y aspiraciones.
Sobre la cuestión del Sáhara Occidental, la señora Zuma también logró importantes avances. Como usted ha dicho, nombró al primer Enviado Especial para el Sáhara Occidental, pero además devolvió la voz a la UA dentro de la ONU, incluso en el Consejo de Seguridad de la ONU. Ella fue quizás la primera Presidenta de la UA que impuso la presencia y la voz de África ante los cinco miembros permanentes en el Consejo de Seguridad, incluso sobre la cuestión del Sáhara Occidental. Durante los últimos cuatro años, esa cuestión se convirtió en un tema candente en los diversos niveles decisorios de los órganos de la UA. En consecuencia, se adoptaron muchas decisiones, resoluciones y declaraciones, que fueron debatidas y sobre las que se informó como nunca antes desde la década de los ochenta.
También debemos reconocer que la OUA / UA ha hecho mucho por el pueblo saharaui. Lo más importante que hizo fue reconocer simple y llanamente a la República Saharaui como un miembro de pleno derecho de nuestra Organización. Eso es, en sí mismo, una decisión y una posición histórica de la UA, y un claro rechazo de las reivindicaciones coloniales marroquíes.
Pero los saharauis consideramos que la UA está plenamente legitimada para tomar la iniciativa en la búsqueda de solución al conflicto del Sáhara Occidental, porque es un asunto africano. La ONU no ha conseguido avanzar en sus esfuerzos porque Francia siempre ha conspirado con sus aliados y Estados títere para hacer fracasar los esfuerzos de la ONU por resolver este último caso de descolonización en África. Por lo tanto, creemos que la UA tiene que asumir su responsabilidad en esta cuestión, especialmente ahora que Marruecos se ha convertido en miembro. Rabat ya no puede negarse a que la UA se ocupe de la cuestión alegando que no reconoce a la Organización. Así que ya veremos qué pasa.
-¿Cree usted que su país obtendrá la independencia total de Marruecos? Por favor, desarrolle su respuesta.
-Por supuesto que sí, porque he aprendido de la Historia que ningún poder colonial ha logrado permanecer para siempre con el control de los territorios colonizados. Antes o después triunfa la voluntad de los pueblos.
En nuestro caso, estoy seguro de que conseguiremos nuestra independencia, porque mi pueblo no ha renunciado a la lucha. Al contrario, está decidido a recuperar su futuro de los usurpadores de nuestra tierra. Las nuevas generaciones, que no vivieron los primeros días de invasión y opresión, son ahora quienes lideran la resistencia. Así que, a mi entender, nuestra lucha es de generaciones, y no importa qué generación vea y presencie el gran día de la libertad; lo más importante para cada uno de nosotros es mantener viva la lucha y establecer metas claras para ésta, de manera que la siguiente generación pueda tomar la dirección más adelante y terminar la misión.
Por otro lado, Marruecos ha tenido siempre posiciones fluctuantes sobre esta cuestión, lo que refleja que es meramente una potencia colonial a la que sólo le interesan nuestros recursos. Por ejemplo, en los años sesenta, el rey de Marruecos apoyaba la lucha del pueblo saharaui por la independencia, y solía reclamar su derecho a la libre determinación y a la independencia; luego, en los años setenta, empezó a conspirar con España y a reclamar la soberanía sobre el territorio; finalmente, lo invadió militarmente y consideró el asunto como un "expediente cerrado" alegando que Marruecos había recuperado y liberado su tierra. Después, tras 16 años de guerra con el Ejército Saharaui de Liberación (POLISARIO), y después de haber comprendido que no podía ganarse los corazones de los saharauis ni su lucha, volvió a pedir el arbitraje internacional y aceptó el principio de autodeterminación, lo que significa que reconoció abiertamente que su país no tiene soberanía sobre el territorio. En el año 2000, el nuevo rey, Mohamed VI, rechazó el referéndum y dijo que sólo ofrecía una autonomía a los saharauis, lo cual es también un reconocimiento explícito de que el Sahara Occidental no es suyo. Ahora, Marruecos está finalmente sentado junto a la República Saharaui bajo el mismo paraguas de la UA, lo cual es para mí un simple reconocimiento legal de la RASD, sin importar lo que los políticos marroquíes pretendan decir o hacer. Por lo tanto, para mí, esa fluctuante posición marroquí sobre esta cuestión es un sólido indicador de que algún día acabará reconociendo sus errores y permitirá al pueblo saharaui construir su Estado en libertad. Al final, el colonizador extranjero tendrá que irse.
-¿Cuáles serían, en su opinión, los principales retos para el desarrollo de su país?
-He mencionado antes la Agenda 2063 de la UA; y creo que, al igual que la mayoría de las naciones africanas, tenemos muchos retos, metas y aspiraciones en nuestras agendas. Pero como saharauis, tenemos una prioridad, que es la liberación de nuestro país primero, y después tendremos que reconstruir todo porque la colonización marroquí no ha construido nada en nuestras ciudades ocupadas. La infraestructura en el territorio es casi inexistente; no hay una sola universidad en todo el territorio del Sáhara Occidental, que es del tamaño de Inglaterra. No hay hospitales, ni teatros, ni cines, ni centros culturales, ni fábricas, nada. Lo único que el poder colonial ha construido son puertos y algunas carreteras específicas que le permiten saquear nuestros recursos naturales, especialmente el fosfato y la pesca; y, por supuesto, prisiones, comisarías de policía y edificios de la administración colonial.
-Y asimismo, ¿cuáles son las principales oportunidades que usted considera que existen en el país? (Es decir, recursos)
-También en esto, como la mayoría de los países africanos, el Sáhara Occidental es muy rico en recursos renovables y no renovables: gas, petróleo, fosfato, pesca, oro, diamantes, hierro, arena y muchos otros minerales, además de mucho sol y fuerte viento. Por esta razón, Marruecos insiste en mantener su control. Y, por supuesto, también somos un objetivo para Francia, porque quiere tener un Marruecos fuerte para conservar un cierto equilibrio y no permitir que Argelia se convierta en la principal potencia en el norte de África.
Por otra parte, nuestro pueblo, aunque pequeño en número, está bien preparado y formado. Será una adición y una fuerza impulsora en el renacimiento y el progreso africanos. Nuestro gobierno, aunque no tiene pleno acceso a nuestros recursos, sí tiene una experiencia muy interesante en el manejo de los asuntos de nuestra nación, con instituciones democráticas y bien establecidas. Tenemos uno de los gobiernos más estables de África desde hace más de 40 años, sin ningún problema político importante hasta ahora. Y el régimen medieval marroquí tiene miedo, por supuesto, de tener a su lado una república exitosa y democrática que pondría en evidencia la dictadura de la monarquía y su fracaso de no dar a los marroquíes lo que quieren: democracia, dignidad y libertad.
-Si hay una cosa que pudiera decirle a la gente sobre el Sáhara Occidental -que no sepan-, ¿cuál sería?
-Creo que la mayoría de los pueblos africanos no saben que hay una colonia y una nación africana que todavía está luchando por la libertad en África. Muchos africanos, incluyendo los sudafricanos, probablemente creen que la gloriosa lucha contra el apartheid fue la última batalla y la última defensa que África sostuvo contra la opresión, el colonialismo y la segregación. Bueno, pues no es así. El pueblo saharaui está liderando ahora mismo una lucha similar contra un régimen colonial africano que está utilizando exactamente las mismas estrategias y la misma violencia que antaño utilizara el régimen del apartheid contra el pueblo.
De manera que quiero que todos los africanos comprendan que luchamos en su favor, porque la lucha por la libertad y la autodeterminación en el Sáhara Occidental no es un deber exclusivo de los saharauis. No, es y debe ser la lucha de todos los amantes de la libertad en el continente y fuera de él. No sólo estamos luchando contra el régimen colonial marroquí, sino que estamos luchando contra el verdadero poder colonial detrás de este régimen títere, Francia. Este país europeo está haciendo todo lo posible para impedir que nuestro país, nuestra región y nuestro continente vivan en la prosperidad, la unidad y la libertad. Y el régimen marroquí está jugando sus cartas para mantener a África, o al menos África del Norte, dividida e incapaz de integrarse.
Por lo tanto, quiero instar a todos los africanos a que mantengan la atención en esta parte de nuestro querido continente, porque Marruecos y Francia quieren empujar de nuevo a la guerra, al caos y al sufrimiento. Pero sus hermanos y hermanas saharauis se alzarán contra esa confabulación y lucharán hasta la última gota de su sangre. Porque somos africanos libres, siempre hemos amado la libertad y la independencia, y moriremos libres si ese es el precio que tenemos que pagar por la libertad y la dignidad de todos los africanos.
African Democratic Institute (ADI)
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