lunes, febrero 26, 2018

China propone eliminar el límite para que Xi Jinping se mantenga en el poder



La medida fue propuesta el domingo por el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y sería aprobada la semana próxima. Xi Jinping podría quedarse indefinidamente en el poder.

El Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) propuso el domingo eliminar el límite de dos mandatos para el presidente y el vicepresidente del país, un cambio que de aprobarse permitiría que el actual jefe del Estado, Xi Jinping, pudiera ser reelegido por tercera vez.
Tras una sesión de estudio en la que participó el mandatario, el comité propuso eliminar de la Constitución china la expresión de que el presidente y el vicepresidente "no servirán más de dos mandatos consecutivos".
Según el sistema actual, Xi Jinping, que fue nombrado presidente del país en marzo de 2013, tendría que abandonar el cargo en 2023. La eliminación de la cláusula le permitirá continuar en el puesto de jefe de Estado sin limitaciones.
Otra de las opciones es que Xi Jinping mantenga también su puesto como secretario general del Partido Comunista, que es el principal cargo político del país y que estpa por arriba de cualquiera de las estructuras estatales. Actualmente hay una regla, no escrita, que impide al secretario general continuar en su puesto luego de los 68 años. Puede que esta "costumbre" también quede desterrada tras las modificaciones constitucionales.
El Comité propuso además otros cambios en la Carta Magna, como agregar una frase que enfatice el liderazgo del PCCh. "La dirección del Partido Comunista de China es la característica definitoria del socialismo con características chinas", apunta la propuesta.
Esta reforma constitucional se discutirá a partir de este lunes en un pleno de tres días de duración, pero no se presentará a los legisladores para que la voten hasta la próxima semana, cuando se celebrará la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (Legislativo).
En esta sesión también se discutirá la propuesta del Comité del pasado enero de incluir en la Carta Magna el pensamiento político de Xi sobre "el socialismo con características chinas en una nueva era".
Si esta propuesta se aprueba, las ideas de Xi se situarían en el mismo nivel que las de históricas figuras del partido como Mao Zedong y Deng Xiaoping.
El enaltecimiento de la figura de Xi fue el principal resultado del Congreso del PCCh celebrado en octubre, en el que no se debatió la extensión del mandato presidencial pero se intuyó que el gigante asiático caminaba en esa dirección. En ese congreso no solo se discutió que la "filosofía" de Xi Jinping quedara plasmada en los estatutos del partido, sino que concluyó sin dejar en claro quién sucedería más adelante a Xi, convirtiéndolo en los hechos en el líder más poderoso en el país desde Mao.
De hecho, en el nuevo liderazgo no hay una figura relativamente joven que pueda aparecer como relevo a medio plazo, después de que los dos anteriores presidentes dejaran el cargo tras diez años repartidos en dos mandatos.
Xi, que había prometido durante ese Congreso convertir a China en una potencia indiscutible para 2035 con el objetivo de superar a Estados Unidos en 2050, tiene ahora un poder dentro de la cúpula política y en el país como no se vio en más de 40 años. Algunos analistas consideran que este poder casi imperial será necesario para cerrar filas detrás de una política agresiva de apertura y expansión económica, como de su poderío militar, mientras que otros creen que la época de crecimiento acelerado de China ya quedó en el pasado y que la necesidad de un control político fuerte responde a las necesidades de un mayor control interno ante un posible descontento social que ya ha venido produciendo la desaceleración económica. Posiblemente la "verdad" esté en algún punto intermedio entre esas dos lecturas.
Lo cierto es que la propuesta de extender su mandato, en los que algunos consideran un poder cuasi imperial para Xi y absoluto para el Partido, llega luego de que Estados Unidos definiera un cambio en su estrategia de seguridad exterior pasando a considerar a China y Rusia como las mayores amenazas para su poderío.
El anuncio también se da en el marco de un aumento en su política comercial agresiva que incluye el ambicioso proyecto de infraestructura conocido como la nueva ruta de la seda, además de una mayor gravitación sobre las economías de América Latina, países de África y Europa del este.
Todo indica que las modificaciones tienen como objetivo que el PCCh maneje con puño de hierro proceso que definen como "nueva era", pero que eso de ninguna manera garantiza que, más allá de sus ambiciones, China se pueda desarrollar militar y económicamente de forma pacífica . El enorme aumento del presupuesto militar de Estados Unidos, votado recientemente, junto con el cambio de su estrategia de seguridad es una señal inequívoca de esto.

La Izquierda Diario

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