sábado, febrero 24, 2018

La independencia de Kosovo



El 17 de febrero del 2008, el parlamento de Kosovo declaró de manera unilateral la separación de este territorio de la República de Serbia con el fin de constituirse en un país independiente.

Esta región, ubicada en el sureste de los Balcanes, debido a la resolución 1244 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estaba, desde el 10 de junio de 1999, controlada civil y militarmente por fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la ONU.
Nueve años antes, el 24 de marzo de 1999, sin la aprobación de la ONU, una coalición militar liderada por la OTAN bombardeó durante 78 días a la República Federal de Yugoslavia (RFY), dejando un saldo cercano a los 5000 muertos (más del 80% civiles), destruyendo una porción importante de la infraestructura del país (puentes, refinerías, fábricas, vías del ferrocarril, mercados, los edificios centrales de la radio y la televisión yugoslava, etc) y contaminando la región debido a que buena parte de los bombardeos fueron realizados con uranio empobrecido, dejando como consecuencia que Serbia se haya convertido, desde entonces, en el país europeo en donde la tasa de fallecimientos a causa de cáncer es la más alta del continente.
Hasta febrero de este año (2018) 112 miembros de la ONU han reconocido la independencia, entre los cuales se encuentran los siguientes países miembros o alineados detrás de la OTAN: Estados Unidos de América (EUA), Gran Bretaña, Francia, Alemania, Turquía, Arabia Saudita, Australia, etc. En contraposición importantes potencias militares y económicas como China, Rusia, la India, Irán y Brasil se han negado a reconocerlo. La Unión Europea adoptó, al día siguiente de la declaración de independencia de los albanokosovares, una resolución conjunta que calificaba a Kosovo como un "caso único", y dejaba a cada país miembro, "según sus prácticas nacionales y sus reglas jurídicas", la libertad de decidir sobre el reconocimiento o no de la independencia de la antigua provincia serbia.

Historia moderna de Kosovo

Desde las Guerras Balcánicas (1912/13) hasta 1999 Kosovo había sido parte integrante de alguna formación estatal serbia: de 1913 a 1919 del reino de Serbia, de 1919 a 1929 del reino de los serbios croatas y eslovenos, de 1929 a 1941 del reino de Yugoslavia, de 1941 a 1945 estuvo gobernado por las fuerzas fascistas de ocupación, de 1945 a 1991 de la República Federativa Socialista de Yugoslavia y de 1991 a 1999 de la República Federal de Yugoslavia. Las constantes transformaciones estatales dan cuenta de la gran inestabilidad política de la región, en buena medida debido la disputa interimperialista que devino en las dos guerras mundiales y del fracaso del estalinismo en Europa Oriental(1), pero también como resultado de los enfrentamientos entre las clases dirigentes burguesas autóctonas. A modo de ejemplo se puede indicar la opresión que llevó adelante la dinastía serbia Karadjordjevic, durante el periodo de entreguerras, sobre el resto de los pueblos y nacionalidades; y también la barbarie genocida perpetrada por el ustasha(2) Estado Independiente de Croacia, seguramente la experiencia más brutal de la historia moderna de Europa, sobre la nacionalidad serbia, los pueblos judío, gitano y todo aquel que fuera considerado antifascista más allá de su nacionalidad o religión.
Durante el periodo de entreguerras Kosovo se mantuvo como una región de absoluta influencia de la dinastía Karadjordjevic y de la burguesía terrateniente serbia. Después de haber formado parte, durante más 500 años, del imperio otomano el territorio estaba habitado mayoritariamente por albaneses, pero también vivía allí una importante minoría serbia, además de otros pueblos y nacionalidades como los goranis(3), aromunes(4) y turcos. La invasión nazi-fascista en 1941 trajo como consecuencia la capitulación del reino de Yugoslavia y el surgimiento del Movimiento Antifascista de Liberación Nacional de Yugoslavia, que liderado por el Partido Comunista de Yugoslavia (PCY) iba a terminar liberando el país de los invasores y sus colaboradores internos, pero sin generar, para este fin, consejos obreros y campesinos como si los hubo durante la revolución rusa.
Los partisanos comunistas fueron una fuerza multinacional compuesta por todos los pueblos y naciones que habitaban la región, que no solo se enfrentaron a los invasores sino a sus aliados internos como los ustashas croatas, los pro-monárquicos cetniks serbios, los nacionalistas eslovenos domobranci, las SS Handschar(5) musulmanas, las división de montaña SS Skanderberg(6) albanesa, etc. Quizás este sea uno de los datos más singulares que produjo la Segunda Guerra Mundial en territorio balcánico: una organización político-militar multinacional que enfrentó a distintos movimientos nacionalistas aliados de los invasores nazi-fascistas. En su libro “Los diez días que conmovieron al mundo” John Reed escribió que las clases acomodadas preferían la invasión de los alemanes a la revolución:
“En la familia rusa con quien yo vivía, a la hora de cenar se conversaba invariablemente sobre la llegada de los alemanes que traerían la ley y el orden. Una noche en casa de un comerciante de Moscú, a la hora del té, pregunté a 11 personas sí preferían Guillermo o a los bolcheviques. Ganó Guillermo por 10 a 1”(7).
El temor de las clases poseedoras balcánicas al movimiento partisano hizo que se aliaran con los invasores: mejor una dominación imperialista que la toma del poder por las clases trabajadoras. En Kosovo existieron brigadas proletarias formadas por albaneses que lucharon juntos al resto de los pueblos y naciones de la región.
Luego de la Segunda Guerra Mundial nació la República Federativa Socialista de Yugoslavia (RFSY) con una estructura federal que implicó el establecimiento de seis repúblicas (Serbia, Croacia, Montenegro Eslovenia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina) y dos provincias autónomas dentro de la república de Serbia: Vojvodina en el norte y Kosovo en el sur. A diferencia de lo ocurrido durante el reino de Yugoslavia, en donde hasta se llegó a pensar en realizar un traslado forzoso de población albanesa hacia Turquía y Albania, en Kosovo la autonomía fue creciendo hasta que la constitución federal de 1974 viabilizó la existencia de un sistema administrativo, una asamblea y un poder judicial propio. La población albanesa ocupaba el 83% de los puestos en la administración pública(8) y a la provincia le era otorgado, para fines de la década de 1970, el 48,1% de los fondos de ayuda económica federal(9).
Esta situación iba a cambiar radicalmente desde mediados de la década de 1980. Los graves problemas económicos que azotaron a la RFSY durante todo el decenio (suba de la deuda externa, escalada inflacionaria, aumento del desempleo, etc) sumado al clima de época en Europa Oriental, en donde tanto la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) como la mayor parte de los Estados obreros deformados (autodenominados socialistas) comenzaban a transitar la senda hacia la restauración capitalista, terminó generando un escenario en el que surgieron figuras como Slobodan Milosevic, hasta ese momento un cuadro técnico, que terminaron mutando de burócratas a líderes nacionalistas restauradores. En ese contexto es que el gobierno serbio le quitó la autonomía a Kosovo y la dejó con el mismo estatus que cualquier otra región dentro de la república de Serbia, pero sometida a una opresión de la casta dirigente serbia que de alguna manera intentaba ocultar “matizar” los problemas económicos por medio de un discurso nacionalista en “defensa” de los serbios de Kosovo (20%).
Las guerras de desintegración de Yugoslavia, que generaron masacres y limpiezas étnicas de todo tipo y color (la masacre de Srebrenica y la Operación Oluja seguramente ocupan los primeros lugares(10)) tuvieron como resultado el surgimiento de 4 nuevos países: Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Macedonia. Las repúblicas de Serbia y Montenegro permanecieron unidas bajo la denominación de República Federal de Yugoslavia (RFY). Kosovo, sin ningún tipo de autonomía, era el territorio que más sufría la crisis económica que se había desatado en el país como consecuencia de la feroz entrada a la economía de mercado.
Históricamente la región más pobre de Serbia, a partir de la quita de autonomía era castigada por el gobierno central. Se le había sacado todo tipo de incentivo para el desarrollo económico, en las amplias zonas habitadas por los albaneses, intentando de esta manera acallar y domesticar las acciones tendientes a obtener la independencia política. Durante la década de 1990 el ataque a al pueblo albanés tuvo las siguientes características: 1) La televisión y radio pública en lengua albanesa fueron prohibidas, 2) miles de trabajadores albaneses fueron despedidos de sus puestos de trabajo en la administración pública, 3) se modificó el antiguo plan de estudios para las escuelas primarias y secundarias, el nuevo era una adaptación del que se daba en el resto de serbia , solo que en lengua albanesa, 4) En la Universidad de Pristina, se abolió la educación en lengua albanesa y los profesores albanokosovares fueron despedidos masivamente.

El independentismo albanokosovar

Más allá de lo acontecido durante la Segunda Guerra Mundial, cuando algunos grupos albaneses anticomunistas(11) lucharon junto los nazis en contra de la guerrilla partisana, tanto en Albania como en Kosovo el surgimiento de un movimiento nacionalista albanés que tenga lazos con lo acontecido en las postrimerías del siglo XX y comienzos del XXI data de principios de 1970. En esta década los albanokosovares reclamaron mayores cuotas de autonomía, las cuales en buena medida fueron obtenidas, como se detalló arriba, debido las características de la Constitución Federal de 1974.
Pero luego de la quita de autonomía, realizada por el gobierno de gobierno de Milosevic en 1989, los reclamos esta vez ya no de autonomía, sino de independencia tomaron fuerza. La Liga Democrática de Kosovo (LDK), cuyo líder era Ibrahim Rugova(12), se convirtió en el grupo político mayoritario en pos de la consecución de la independencia. Sin embargo la estrategia llevada adelante: negociación con Belgrado, no dio ningún tipo de resultado. Contemporáneamente, y de manera silenciosa se fue consolidando una formación guerrillera con algunos puntales ideológicos maoístas: El Ejército para la Liberación de Kosovo (ELK). Esta formación político-militar comenzó a atacar a las fuerzas policiales y militares serbias, así como a algunos miembros significativos de la LDK. Buena parte de sus armas fueron obtenidas como consecuencia de la gran crisis política de Albania(13), en 1997, que había dejado al vecino país en un estado de cuasi descomposición. Entrado el año 1998 casi un 40% del territorio Kosovar era dominado, en los hechos por el ELK.
El justo reclamo de autodeterminación nacional del pueblo albanokosovar, que ya se venía dando en la época de la RFSY, no generó una organización política independiente de la burocracia comunista y del imperialismo. El LDK y el ELK, son la expresión de la falta de una opción política revolucionaria de los trabajadores y campesinos de Kosovo.

La entrada en escena de Clinton, Albright, Holbrooke

Hasta mediados de 1998, inclusive, los EUA habían caracterizado al ELK como una organización terrorista. Es más, en agosto de ese año el gobierno de Bill Clinton dio “rienda suelta” a Milosevic para que “acabara” con la guerrilla albanokosovar (tarea que las fuerzas militares y paramilitares del líder serbio no terminaron de llevar a cabo). Sin embargo para fines de ese año los planes estadounidenses para la región cambiaron. Richard Holbrooke(14) fue enviado de manera clandestina, y no tanto, a entrevistarse con la dirección del ELK. Desde entonces la “guerrilla terrorista” pasó ser denominada, por la Casa Blanca, como los “luchadores por la libertad” del pueblo albanés de Kosovo.
Quizás una explicación plausible al cambio de rumbo que tomó el gobierno de Clinton tenga que ver con las características de la guerrilla albanokosovar. La organización caótica en la cadena de mandos del ELK podía brindar un mayor grado de manipulación y control, “Sí se la sabía apoyar, existía la opción de ponerle al frente mandos afines a los deseos estadounidenses. Así es como irá surgiendo Hashim Thaci(15), joven de unos 30 años, bien parecido, sin biografía, que además rehuía explicarla”(16). Además, su concepción guerrillera y su cercanía con el imperialismo estadounidense alejaban a esta formación militar del pueblo albanokosovar.
Para fines de 1998, la conexión Washington-ELK estaba bastante consolidada. Lamentablemente la legítima lucha por la autodeterminación, sin la existencia de una verdadera organización política representativa terminó convirtiéndose en su contrario. Durante noviembre y diciembre delegados del gobierno de Clinton y representantes del ELK mantuvieron reuniones en Kosovo, Suiza y EUA. Slobodan Milosevic iba a ser el “malo de la película” y la guerrilla albanesa los “históricos” luchadores por la libertad del pueblo albanokosovar. Madeleine Albright sostenía que la OTAN, por sí sola, poseía legitimidad para llevar adelante un ataque, y con ello estaba dejando en claro que el posible veto de Rusia y China, en el Consejo de Seguridad de la ONU, no era obstáculo alguno para realizar una intervención militar.
El historiador español y especialista en historia política balcánica, Francisco Veiga, describe de una interesante manera los intereses y objetivos estadounidenses en relación a Kosovo:
“Por entonces tenían un gran interés en utilizar la OTAN como fuerza disuasoria, a fin de aprovechar la contingencia para demostrar de forma palpable la necesidad de su supervivencia una vez concluida la Guerra Fría. Presentando la intervención en Kosovo como una prolongación de la llevada a cabo en Bosnia, la OTAN se reconfiguraba como una organización, no sólo defensiva sino también interviniente, un gendarme regional. Así, la ONU quedó fuera de juego y Holbrooke llevó adelante su plan siguiendo la música de Albright, quien a su vez captaba la presión intervencionista del Congreso y al mismo presidente Clinton que estaba pasando por el más delicado y humillante del escándalo Lewinsky”(17).

La historia se repite… la primera como tragedia y la segunda como farsa

La Primera Guerra Mundial finalizó con distintos tratados de paz que se firmaron en diferentes castillos de las afueras de Paris. El más famoso fue la paz firmada con Alemania en el castillo de Versalles, pero también se firmaron armisticios en los palacios de Trianón, Neuilly-sur-Seine, Saint-Germain-en-Laye y Sévres. El elegante castillo de Rambouillet, también ubicado en las afueras de París, fue elegido por la OTAN y el Grupo de Contacto (EUA, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Rusia) para llevar adelante las negociaciones entre el gobierno de la RFY y, el ELK y LDK. Pero a diferencia de lo ocurrido luego de la PGM, aquí, el distinguido escenario parece haber tenido la función legalizar y legitimar el ataque de la OTAN sobre la pequeña Yugoslavia, gobernada por quienes habían formado parte de la casta burocrática comunista19serbia, en las postrimerías de la RFSY, devenida ahora en nacionalista serbia, más por oportunismo que por convicción.
Entonces, la “impoluta” sinfonía coral, cantada por Bill Clinton, Gerhard Schröder, Tony Blair y Jacques Chirac, le sugería a la RFY que para evitar una intervención de la OTAN debía dejar entrar 40.000 soldados de esas fuerza (que además tendrían inmunidad diplomática) y que en un año el pueblo de Kosovo iba a decidir sobre su independencia o no en un referéndum.
El gobierno yugoslavo de Milosevic no aceptó las imposiciones del Grupo de Contacto y como resultado comenzó el bombardeo que terminó con la separación de la provincia del resto de Serbia. Nueve años después Kosovo es en los hechos una colonia estadounidense. Allí se construyó la base militar norteamericana Bond Steel, la más grande por fuera de los EUA y todos los edificios gubernamentales llevan la bandera con las 50 estrellas blancas. En la ciudad capital, Pristina, se cruzan las dos arterias principales: el bulevar Bill Clinton y la avenida George Bush.
Como un agrio chiste se podría decir que la tragedia de Kosovo y su pueblo fue: la opresión de la clase dirigente serbia; y la farsa: la liberación de la mano de la OTAN, la UE, Clinton, Bush, Blair y compañía.

Diego Gómez
Sociólogo

Notas:

1. Si bien tempranamente, en 1948, Yugoslavia rompe con la URSS, el país no deja de ser un Estado obrera deformado en el que la casta dirigente va asumiendo cada vez más el poder político, alejándose de cualquier tipo de democracia obrera verdadera.
2. El movimiento ustasha fue una organización político militar nacionalista croata que se caracterizó llevar poseer una fuerte impronta católica. Fue aliado del nazi-fascismo durante la SGM y se distinguió por un profundo sentimiento antiserbio y anticomunista.
3. Pueblo eslavo del sur que vive repartido en los territorios meridionales de los Balcanes y que como resultado de la penetración y conquista del imperio otomano adoptó la religión musulmana.
4. Pueblo latino de los Balcanes meridionales.
5. Esta formación militar aliada del nazismo en Bosnia fue organizada por el Mufti de Palestina Muhammad Amin al-Husayni, quien tenía una llegada cercana a Adolf Hitler.
6. Formación militar nacionalista albanesa, pro-nazi que actuó en Albania y Yugoslavia enfrentando a los partisanos comunistas de ambos países.
7. Reed, John (1973). Los diez días que conmovieron al mundo, Centro Editor de América Latina S.A. Buenos Aires, p. 17.
8. Veiga, Francisco (2002). Kosovo: Claroscuros de un conflicto interminable. Universidad de Oviedo. Oviedo.
9. Fondo destinado a desarrollar actividades económicas en las regiones más atrasadas del país.
10. La masacre de Srebrenica fue una asesinato masivo sobre la población musulmana de la ciudad homónima llevado adelante por las tropas serbobosnias lideradas por el criminal de guerra serbobosnio Ratko Mladic. La Operación Oluja fue una acción militar realizada por la tropas croatas, con apoyo logístico y militar de los EUA, que tuvo como resultado la expulsión de 300.000 serbios que habitaban la región de Krajina, situada dentro de la república de Croacia.
11. Balli Kombetar fue una organización nacionalista y anticomunista albanesa que se enfrentó a los partisanos y colaboró con los nazis.
12. Intelectual y político albanokosovar tendiente a la obtención de la independencia de Kosovo por medio de la negociación diplomática.
13. Tres millones de armas fueron trasladadas a Kosovo luego de que las fuerzas armadas albanesas prácticamente se desintegraran.
14. Diplomático estadounidense, se desempeñó como embajador en Alemania, la ONU, subsecretario de Estado para Asia y Europa. Fue el encargado de llevar adelante las negociaciones que llevaron a la firma de los Acuerdos de Dayton, en 1995, que finalizaron la guerra en Bosnia-Herzegovina.
15. Actual presidente de Kosovo y principal figura política albanokosovar desde 1999.
16. Veiga, Francisco (2002). op. cit.
17. Ídem.

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