jueves, febrero 15, 2018

La inflación de EE.UU. se acelera en enero y los mercados temen por la reacción de la FED



La publicación del Índice de Precios al Consumidor para enero mantiene encendidas las alertas de los mercados frente a posibles subas de tasas de interés por la aceleración de la inflación.

Un nuevo sobresalto para la economía norteamericana tuvo lugar este miércoles con la publicación del IPC del mes de enero que superó leventemente lo que esperaban los mercados.
Los resultados relevados por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos confirmaron ayer que el Índice de Precios al Consumidor subyacente, es decir, que excluye los componentes volátiles como alimentos y energía, subió 0,3 % en enero, frente al 0,2 % esperado.
Mientras el IPC interanual se mantuvo estable en 1,8 %, por debajo de la meta de inflación que sigue la Fed que se ubica en un 2 % anual.
Sin embargo, dado el escenario de volatilidad financiera que se desató desde el desplome bursátil de la semana pasada, aun cuando el dato refleja una leve suba de la inflación es la confirmación de un proceso ascendente del nivel de precios lo que genera mayor impacto.
Esto es así porque los temores a una suba marcada de precios, que se deriva de los efectos causados por la continua pero débil recuperación de la economía de Estados Unidos, que ya mostró en enero un incremento en el crecimiento anual de los salarios, podría presionar a la Fed hacia una política de suba de tasas más agresivas para contener la inflación.
Otro elemento muy importante en este escenario de la principal economía del mundo es la reforma fiscal impulsada por Trump que fue aprobada recientemente, luego de largos meses de tratativas y modificaciones. A grandes rasgos esta implica una quita impositiva importante a las grandes empresas, y en menor medida a ciertos sectores medios, lo que los analistas suponen podría generar una suba de inversiones y de consumo cerrando un ciclo de recalentamiento de la economía.
Un artículo reciente del semanario británico The Economist, se señala como dato a tener en cuenta que el déficit fiscal norteamericano estaría cerca del 5 % del PBI impulsado por una política fiscal laxa, alcanzando niveles que no se registran, si excluimos las recesiones profundas de 1980 y 2008, desde 1945.

Otros elementos coyunturales que componen el escenario económico

Además de las perspectivas de inflación en alza, y las mejoras del mercado laboral que acentúa las fricciones sobre la economía estadounidense, ayer también se publicaron los datos sobre ventas minoristas que mostraron una tendencia contraria al nivel de precios.
El Departamento de Comercio sostuvo que las ventas minoristas bajaron un 0,3 por ciento en enero, y remarcaron que se trata del descenso más pronunciado desde febrero del 2017. El dato de diciembre fue revisado para mostrar que las ventas se mantuvieron estables en lugar del alza de 0,4 por ciento publicada.
Esto resultados se ubican en contradicción a las proyecciones de diversos analistas consultados por la agencia Reuters que esperaban una suba del 0,2 por ciento en las ventas minoristas del mes pasado.
Es preciso señalar que, en el primer trimestre del año, es el más frío para Estados Unidos y se suelen registrar por cuestiones estacionales los peores resultados de la actividad.
Además, en la jornada de ayer las operaciones de Wall Street impulsadas por las tecnológicas cerraron en alza, superando la caída al comienzo del día provocada por los datos de inflación.
Así las acciones de Facebook subieron un 3,7 %, y las de Amazon.com y Apple ganaron más de un 1,8 %. Estos valores impulsaron al índice S&P 500 más que cualquier otro, cerrando la sesión con una ganancia del 1,34 por ciento.
Mientras el Dow Jones industrial, que se desplomo a niveles históricos la semana pasada, cerró ayer un 1,03 por ciento arriba. Y el índice Nasdaq Composite subió un 1,86 por ciento.

El dilema de Powell: ¿más hawkish y menos dovish?

A pesar de la inestabilidad de los mercados, será la próxima reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC), donde se decidirán medidas monetarias concretas. Esta se realizará el 20 y 21 de marzo.
El flamante presidente de la Reserva, Jerome Powell será el encargado de informar en conferencia de prensa las decisiones del organismo y las proyecciones económicas. Por el momento la Fed tiene pautadas tres subas de tasas para 2018. Esto se puso en duda la semana pasada frente a la publicación de los datos que confirmaron un aumento de los salarios, y la volatilidad de los mercados respondía a la posibilidad de una suba más agresiva de las tasas para frenar la acelaración de precios que se podría gestar como efecto.
Esto supondría que Powell adopte una política más agresiva de suba de tasas, alejándose del gradualismo actual (más asociada a una posición dovish de política monetaria laxa y bajas tasas), hacia una postura más hawkish, es decir de tasas altas para contener los peligros de inflación.
Pero es preciso no perder de vista que los elementos antes señalados son fricciones que persisten y se acumulan, marcando un camino de crecimiento económico contradictorio para Estados Unidos, que podría tener que enfrentarse a una economía considerada "sobrecalentada" para muchos analistas, por el inicial aumento salarial pero que lejos esta de afectar las ganancias capitalistas. Al mismo tiempo que el inicio de la normalización de la política monetaria que incluye la reducción de estímulos monetarios por parte de la Fed, pero también por parte del Banco Central Europeo y Japón, pondría en peligro la base de las ganancias financieras de Wall Street de los últimos años.

Guadalupe Bravo
@GuadaaBravo

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