martes, octubre 30, 2018

Claudia Cinatti: "Bolsonaro expresa un fenómeno político mundial, que es el hundimiento de los partidos tradicionales"



El Círculo Rojo entrevistó a Claudia Cinatti, columnista internacional de La Izquierda Diario, sobre el triunfo de Bolosnaro y su relación con el avance de "las derechas" en el mundo, la relación con Trump y las disputas con China en la región.

¿Cómo ves el avance de esta derecha en Brasil en el marco del desarrollo de las derechas en el mundo?
Evidentemente tienen varios elementos en común, con una tendencia que viene profundizándose, sobre todo, a partir de la crisis en 2008 y de una licuación del centro político que había sido hegemónico en el momento pico de la globalización y el neoliberalismo. Entonces lo de Bolsonaro tiene mucho en común con el ascenso electoral de esas variantes de extrema derecha. El fenómeno político es el hundimiento de los partidos tradicionales, en el caso de Brasil el PSDB que era lo que hegemonizaba por derecha el espacio antipetista, y que ahora pasó a ocupar Bolsonaro.
Ahora bien, el bolsonarismo no es un fenómeno hegemónico, y creo que si solo lo leemos como un giro a la derecha o como un ascenso de la extrema derecha nos vamos a equivocar, porque el fenómeno más profundo es de polarización política y social.
La extrema derecha no es igual en todos lados. En Europa las variantes de extrema derecha tienen un perfil soberanista y nacionalista. El propio Trump es una combinación de conservadurismo social y proteccionismo económico. Bolsonaro por su parte tiene un programa extraño para este tipo de derecha que es un programa de apertura, casi neoliberal clásico. Entonces se ve que son fenómenos heterogéneos, pero es una tendencia que se viene imponiendo, por lo menos en esta primera etapa, donde la crisis de los partidos tradicionales es capitalizada por estas variantes de extrema derecha.
Sin embargo, no se puede leer como algo lineal, donde por ejemplo si tomamos el caso de América Latina, y vemos a México que es el segundo país en importancia de la región, la tendencia es la opuesta, donde ganó López Obrador, que es una tendencia contrapuesta a la de Bolsonaro.
¿Qué relación puede haber entre el triunfo de Bolsonaro en Brasil y un posible triunfo del trumpismo en las elecciones de medio término en Estados Unidos?
El alineamiento, al menos en principio, del gobierno de Bolsonaro se ubicó en el campo del trumpismo, inclusive haciendo declaraciones en cuanto a la relación con China. La relación es con ese sector de la derecha.
El problema que tiene Bolsonaro con su aliado estadounidense, es que Trump no es un Gobierno muy estable y que ahora va a disputar una elección de medio término muy complicada. Esto es así porque Trump se basa en una división muy profunda, es un Gobierno polarizador, no es un Gobierno con políticas hegemónicas. Lo que tiene a favor es que la economía estadounidense lo viene ayudando. Pero no es un presidente muy popular y se ha puesto en el centro de la campaña, convirtiendo en los hechos a las elecciones de medio término estadounidenses en un referéndum sobre su Gobierno.
Es una jugada peligrosa porque, como señalan todas las encuestas, es muy probable que los demócratas ganen la mayoría en la Cámara de Representantes, lo que debilita su posición y su gobernabilidad. Es decir que a Bolsonaro no le garantiza en si mismo estabilidad estar con Trump, en una situación muy volátil y con una situación económica en la que todos los analistas señalan que el crecimiento no es sustentable en el largo plazo.
Por eso para Bolsonaro ser “amigo” de Trump no le garantiza ni estabilidad ni gobernabilidad.
¿Cómo juega el triunfo de Bolsonaro en la disputa que hay entre China y Estados Unidos en la región?
Evidentemente América Latina está en el foco de esta guerra comercial entre Estados Unidos y China. La posición de Bolsonaro es del lado del Trump. Ahora bien, la participación de China en la economía de la región y en particular de Brasil es muy importante.
La relación de la economía brasileña con China es fundamental, es el principal destino de sus exportaciones de soja y de mineral de hierro, forma parte de los BRICS… Entonces no parece que eso se resuelva de una manera sencilla, por más que Bolsonaro haga declaraciones en contra de China y tome el bando de Estados Unidos. Eso tampoco quiere decir que estando con Estados Unidos vayan a llegar automáticamente inversiones para Brasil, si no se generan las condiciones y el Gobierno de Bolsonaro no es capaz de pasar todas las reformas y privatizaciones que le convenga a Estados Unidos. Entonces yo creo que en este punto Brasil y la región, va a seguir siendo un terreno de disputa.

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