jueves, octubre 25, 2018

Trotskismo y stalinismo en la revolución vietnamita de 1945



Tạ Thu Thâu, dirigente del trotskismo indochino.

Primera parte

Una de las características de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) fue, valga la redundancia, su carácter global. Por primera vez en la historia, todos los continentes y regiones del planeta fueron afectados en forma más o menos directa en una guerra imperialista que sacudió los cimientos del orden mundial. Vietnam fue un caso emblemático. La rendición de Japón en agosto de 1945 desencadenó un proceso revolucionario de una enorme amplitud que tuvo a stalinistas y trotskistas como protagonistas.
Como veremos en esta nota, la sección vietnamita fue, durante los años ‘30, una de las más importantes de la Cuarta Internacional: habían conquistado posiciones políticas, combinando trabajos legales e ilegales y se habían desarrollado fuertemente en la provincia sureña de Cochinchina cuya capital, Saigón, era la región más industrial de la Indochina francesa.

Los orígenes del trotskismo vietnamita

La Unión Indochina (integrada por Vietnam, Camboya y Laos) se había conformado como colonia francesa en 1887 y se destacó, rápidamente, por la producción de arroz, caucho, caña de azúcar y algodón y el desarrollo de una creciente industrialización en algunas regiones.
Entre 1930 y 1931, con el eco de la revolución china (1927) y los levantamientos campesinos, se produjo el primer movimiento de lucha de envergadura contra el colonialismo francés en Vietnam. Las revueltas comenzaron con el fracasado motín de Yên Bái (febrero de 1930), impulsado por el Việt Quốc (un partido nacionalista similar al Kuomintang chino). Ese mismo año se fundó el Partido Comunista de Indochina (PCI), liderado por Nguyễn Sinh Cung (conocido como Hồ Chí Minh). Siguiendo la política ultraizquierdista del stalinismo (conocida como “tercer período”), el PCI había impulsado una serie de levantamientos campesinos que fueron derrotados y duramente reprimidos (el democrático imperialismo francés no dudó en bombardear masivamente a la población sublevada).
Hacia la misma época, un grupo de intelectuales nacionalistas vietnamitas exiliados en Francia, entre los que se encontraba Tạ Thu Thâu, comenzaron a delimitarse del stalinismo vietnamita en línea con la crítica que había desenvuelto Trotsky a la política de Stalin y la Comintern (Internacional Comunista) que había llevado a la derrota en China.
Tạ Thu Thâu, Phan Văn Chánh y otros, se unieron a la Oposición de Izquierda en el exilio, y una vez regresados a Saigón (en 1931, deportados luego de una movilización en París), tomaron contacto con otros grupos simpatizantes trotskistas. Así comenzaron a editarse diversos periódicos y a tomar vínculo orgánico en la lucha por la Cuarta Internacional.

Frente único, frente popular

En Vietnam se dio un hecho llamativo: entre 1933 y 1937 el grupo trotskista de Tạ Thu Thâu conformó un frente único con el stalinismo. El frente se constituyó alrededor de Nguyen An Ninh, un carismático líder nacionalista pionero en la lucha anticolonial. Fue un frente legal, electoral, que editaba un periódico común en francés (La Lutte) que denunciaba la represión, los trabajos forzados y los campos de concentración. Ambas partes mantuvieron separadas sus organizaciones clandestinas.
El frente único tuvo varios impactos electorales y conquistó, en 1935, cuatro de las seis bancas correspondientes a Vietnam en el parlamento indochino. El otro grupo trotskista de importancia, liderado por Ho Huu Thuong, crítico del frente con el stalinismo, se mantuvo al margen editando alternativamente revistas y periódicos Thang Muoi (Octubre), Le Militant y la publicación diaria Tia Sang (La chispa).
El frente único se rompió en 1937 luego de una fuerte lucha política. En mayo de 1935 la Unión Soviética había firmado un acuerdo de asistencia mutua con Francia. Stalin ensayaba una colaboración con el imperialismo francés luego del fracaso del período ultraizquierdista que había allanado el ascenso del nazismo en Alemania. En Francia, el PCF apoyó la conformación del Frente Popular que llevó al gobierno al socialista León Blum. En línea con esta orientación, el PCI viró hacia una política de sostenimiento de la administración colonial, ahora en manos de la “izquierda del imperialismo”.
Este viraje fue desenmascarado por los trotskistas en medio de las luchas obreras que sacudieron la península entre 1936 y 1937, al calor de las huelgas de la clase obrera francesa. La lucha obrera de esos años fue una suerte de ensayo general del proceso revolucionario que se desencadenará en 1945. Mientras los trotskistas impulsaban la formación de los “comités de acción” que se propagaban en las provincias del sur entre los trabajadores del caucho, ferroviarios, del arsenal y los campesinos, entre otros, los stalinistas cantaban loas al Frente Popular y cerraban filas con el gobierno imperialista.
La delimitación respecto al Frente Popular (“Frente Popular de traición”, señalaba un editorial de Tạ Thu Thâu) y la militancia en los “comités de acción” permitió un enorme progreso en el movimiento de lucha nacional y la conquista de la dirección de La Lutte. En ese contexto, a pesar de la represión, los encarcelamientos, las persecuciones y sus divisiones (no lograron centralizarse en un único partido), el trotskismo vietnamita creció en influencia montando, paralelamente, organizaciones legales, semilegales y clandestinas. Sus cuadros eran figuras públicas y desarrollaron un amplio e ingenioso sistema de propaganda oral y escrita. Sus periódicos (publicados en francés y, luego, en vietnamita), folletos y volantes eran repartidos masivamente. Así, lograron una fuerte implantación en los barrios obreros de Saigón, en el movimiento sindical y en algunas aldeas campesinas. Stephenson señala que llegaron a ser alrededor de cinco mil militantes. El temor al crecimiento del trotskismo y su influencia se reflejaron en las misivas y documentos públicos y secretos tanto de funcionarios coloniales como de los stalinistas. La policía política se preocupaba por ello. Uno de sus informes menciona: “La influencia de los agitadores revolucionarios a favor de la IVª Internacional progresó en Cochinchina, principalmente en los medios obreros de la región Saigón-Cholón. El elemento obrero es más adicto al partido trotskista que al PCI”.
En las elecciones de mayo de 1939 la lista encabezada por Tạ Thu Thâu obtuvo el 80% de los votos contra la lista del nacionalismo y una votación marginal del PCI. Fue clave la oposición de los trotskistas en el Consejo Municipal de Saigón a los nuevos impuestos (para la “defensa de Indochina” frente a la amenaza japonesa) votados por colonialistas y stalinistas y que eran repudiados por amplios sectores de la población, no solo los trabajadores. “Nuestra victoria es de toda la Cuarta sobre la burguesía, naturalmente, pero más que nada es sobre sus agentes socialdemócratas y stalinistas”, escribieron a Trotsky, los líderes del grupo La Lutte. Trotsky saludó esa “brillante victoria” construida en “la lucha irreconciliable contra el imperialismo francés y las mistificaciones del ‘frente popular’” como un ejemplo a seguir por los militantes en la India y otros países coloniales[3]

La ocupación japonesa y la Segunda Guerra Mundial

Japón invadió Indochina en septiembre de 1940 en el marco de su expansión imperialista durante la Segunda Guerra Mundial. Francia había caído unos meses antes y se hallaba dividida en dos: el norte, ocupado por los nazis, y el sur, un “estado libre” con sede en Vichy al mando de nacionalistas pro fascistas. La ocupación japonesa mantuvo la administración colonial francesa en colaboración con “el régimen de Vichy”.
En junio de 1941, la Alemania nazi, rompiendo el pacto de no agresión firmado unos años antes, inició su invasión a la Unión Soviética. Stalin se alió, entonces, con Estados Unidos y Gran Bretaña contra las fuerzas del Eje (Italia, Alemania y Japón). En ese contexto, Hồ Chí Minh impulsó la conformación del Viet Minh (Liga por la independencia de Vietnam) que planteaba la expulsión de los franceses y japoneses y la independencia, en una alianza policlasista junto al imperialismo democrático (Estados Unidos, Gran Bretaña) contra el fascismo. El Viet Minh (que era la nueva forma que adquiría el PCI) montó un movimiento guerrillero con el apoyo económico, logístico y militar no solo del Kremlin sino también del partido nacionalista chino (Kuomintang), que también libraba su lucha contra la invasión japonesa, y de los Estados Unidos, que protagonizaba la guerra contra Japón en el Pacífico.
Durante la guerra, la persecución política fue general, se disolvieron las organizaciones obreras y la mayoría de los activistas fueron enviados a los campos de trabajo forzado y a las cárceles. Los trotskistas fueron golpeados duramente, muchos de ellos murieron o desaparecieron. Tạ Thu Thâu, fue encarcelado por enésima vez, y luego de haber logrado escapar a Singapur, fue apresado por las autoridades británicas que lo entregaron a los franceses. Fue encerrado durante años en el campo de concentración de Poulo Condore donde fue torturado hasta sufrir una parálisis parcial.
Las organizaciones trotskistas se reconstruyeron hacia fines de 1944. El grupo Octubre constituyó la Liga Comunista Internacional (LCI) y Tạ Thu Thâu, liberado del campo, reconstruye el trabajo del grupo La Lutte. En agosto de 1945, con la rendición de Japón, va a estallar una enorme revolución que los tendrá como protagonistas. Ese será el tema de nuestro próximo artículo.

[1] Stephenson, R. (1972). “Stalinismo versus Socialismo Revolucionario en Vietnam”. En La lucha por la liberación nacional en Indochina (Vietnam) de 1930 a 1945. Cuadernos del CEIP, 2002.
[2] Ngo Van Xuyet “Una Guerra de cien años” Le Cahiers du Mouvement Ouvrier, dic 2001
[3] “Carta a los trabajadores de la India”, 25 de julio de 1939, en Escritos de León Trotsky 1939-40

Segunda parte

La conmoción de la Segunda Guerra Mundial abrió un enorme proceso revolucionario en diversas regiones del planeta. La guerra interimperialista se transformó, en muchos lugares, en una guerra civil y de liberación nacional del movimiento obrero y campesino contra las burguesías locales y diferentes imperialismos. Vietnam, ubicada geográficamente entre gigantes coloniales (China, Indonesia, India) vivió una de las revoluciones más profundas de la época.
La historia de la izquierda mundial (aún la trotskista), en general, ha silenciado o pasado por alto, tanto el rol contrarrevolucionario del Viet Minh de Hồ Chí Minh en ese proceso como el papel llevado adelante por las organizaciones de la Cuarta Internacional.

El detonante

En marzo de 1945, Japón dio un golpe que desplazó a la administración colonial francesa. Hasta ese momento, la ocupación japonesa se había apoyado, tanto en los funcionarios del régimen colaboracionista del mariscal Pétain como en Bảo Đại, el emperador títere del Estado vietnamita. Pero la “liberación de París” y la proclamación del gobierno provisional del general pro-aliado Charles De Gaulle en la metrópoli francesa (agosto de 1944) junto al descalabro general de las fuerzas del Eje en Europa había cambiado el panorama. Con la rápida derrota gala, Japón, que mantuvo la ocupación, concedió la independencia al Imperio del Vietnam y sendos Reinos de Laos y Camboya, con la condición de que se alinearan como aliados militares.
La imprevista capitulación de Japón, el 15 de agosto, desató un tsunami político en las regiones ocupadas por el imperio nipón en el Pacífico. Las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki provocaron su rendición incondicional, luego de tres meses de una fuerte y solitaria resistencia a los embates de Estados Unidos. Para ese entonces, también la Unión Soviética, luego de la Conferencia de Postdam, le había declarado la guerra y avanzaba sobre regiones de China y Corea.

La revolución de agosto

En Vietnam, al caos administrativo se sumaba una hambruna espantosa que asolaba a la población en el norte (Tonkin). La retirada de los japoneses provocó un vacío de poder que alentó una movilización de masas por la autodeterminación nacional y la disputa política por el rumbo social de la revolución.
La revolución y la lucha por la libertad y la independencia latian en las aldeas y en las ciudades, en los arrozales y en las minas, en las fábricas y en los talleres, de norte a sur de Vietnam. Con ello, la disputa política de las clases y partidos por el rumbo a seguir ante la posibilidad de que el imperialismo francés, ahora con De Gaulle, retomara la península.
Los trabajadores de Saigón-Cholón, la región más industrial del país, fueron los primeros en formar Comités Populares y desfilar en grupos por las calles con las armas secuestradas a japoneses y franceses o improvisadas lanzas de bambú. Se formaron más de 150 de esos comités, que rápidamente adquirían características soviéticas de doble poder, asumiendo el control administrativo y político de los suburbios. “El distrito de Phú Nhuận, el de mayor concentración obrera de la ciudad, eligió a su comité popular, proclamó la abolición completa del régimen anterior y que, a partir de las 10 de la mañana del 20 de agosto, dicho comité sería considerado único poder legal en el distrito”1. Paralelamente, en el campo se ocupaban tierras y fincas feudales, a la vez que se arrestaban (y muchas veces fusilaban) funcionarios coloniales, policías y dignatarios acusados de “enemigos del pueblo”.
En el norte, los mineros de Hòn Gai luchando contra los japoneses, formaron una comuna que impuso el control obrero de la mina, los ferrocarriles, tranvías y el telégrafo; estableció un principio de remuneración equitativa; disolvió la policía, jefaturas y la administración colonial y organizó una fuerza de defensa obrera.
Los militantes de la Cuarta Internacional fueron parte activa del proceso revolucionario de agosto. Luego de años de persecución y cárcel, los dos grupos trotskistas, la Liga Comunista Internacional (LCI)2 y La Lutte3, habían comenzado a reagruparse, abriendo locales, editando periódicos (a veces diarios) y ganando influencia en los trabajadores y Comités Populares. Lo hacían con la autoridad de años de lucha contra el imperialismo con líderes y militantes reconocidos y experimentados que participaban del proceso disputando la dirección del movimiento al stalinismo y nacionalistas.
Las crónicas señalan el ejemplo de la manifestación del 21 de agosto, convocada por el “Frente Nacional Unido”, que reunía a variopintos grupos nacionalistas y religiosos y que había tomado el control de Saigón. Unos doscientos militantes de la LCI lograron encolumnar a decenas de miles de trabajadores detrás de consignas revolucionarias (“abajo el imperialismo”, “tierra a los campesinos”, “nacionalización y control obrero de la industria”, “por un gobierno obrero y campesino”) que se destacaban en las pancartas y la bandera de la Cuarta Internacional. Ese mismo día se formó un Comité Central provisional para los Comités del Pueblo, con una guardia de trabajadores para el área de Saigón-Cholón bajo el liderazgo del trotskista Trần Đình Minh (conocido como Nguyễn Hải Au y activista del depósito de tranvías de Go Yap)4. Los Comités Populares tenían sus antecedentes en los comités de acción formados por la lucha obrera en la década del ‘30, donde se habían destacado los trotskistas. El comité votó un programa que caracterizaba a la revolución como anti-imperialista, señalaba la incapacidad de la burguesía nacional de liderarla y convocaba a la unidad de los obreros industriales y campesinos en los comités.
Por su parte, el Viet Minh (Liga por la Independencia de Vietnam, en la que se había disuelto el Partido Comunista Indochino) de Hồ Chí Minh había construido su base de lucha guerrillera contra Japón en el norte fronterizo con China. El 19 de agosto tomó el Palacio de Gobierno de Hanoi, la capital vietnamita. El 25, el Viet Minh promovió un golpe militar en Saigón, ocupando el ayuntamiento y las centrales de policía. Una semana más tarde, ante una masiva manifestación Ho proclamó la República Democrática de Vietnam con un gobierno provisional, que sumó a los partidos nacionalistas burgueses y religiosos (Vnqdđ, Hòa Hảo, Cao Đài). Así hizo un fuerte llamado al orden, a la constitución de un Estado burgués democrático y se proclamó como parte del bloque democrático aliado que había derrotado a Japón, con la expectativa de que avalaran la independencia vietnamita.

La contrarrevolución

Frenar la revolución era una prioridad, tanto para el imperialismo como para el stalinismo, cada uno por sus propias razones. Máxime cuando florecían en la región enormes movimientos de lucha anticolonial (India, Indonesia, China). En la Conferencia de Potsdam, Stalin había acordado con Estados Unidos y Gran Bretaña que Indochina volviera a las manos de un imperialismo francés que buscaba reconstruirse con el apoyo del Partido Comunista (PCF), integrado en pleno al gobierno de De Gaulle. Mientras tanto, serían las tropas inglesas (por el sur) y chinas (por el norte) las encargadas de restablecer el orden en la transición.
El programa del Viet Minh estaba subordinado a esta orientación del Kremlin y buscaba evitar a toda costa la emergencia de una revolución social, a la que se orientaba la lucha anti-imperialista. La proclamación de la República Democrática de Vietnam y el encorsetamiento al proceso revolucionario buscaba contar con el visto bueno del imperialismo norteamericano de un Vietnam autónomo y que respetara el orden terrateniente y burgués.
En esta orientación, el Viet Minh llevó adelante una política contrarrevolucionaria. El gobierno provisional condenó la ocupación de tierras y garantizó la restitución de la propiedad a los terratenientes. “Aquellos que inciten a los campesinos a apoderarse de la propiedad de la tierra serán severamente castigados sin piedad. Todavía no hemos hecho la revolución comunista que resolverá el problema agrario. Este gobierno es sólo un gobierno democrático. Por lo tanto, no está en condiciones de llevar a cabo tal tarea. Nuestro gobierno, repito, es un gobierno democrático burgués, aunque los comunistas son los que realmente están en el poder”5 .
El 2 de septiembre, ante la próxima llegada de las tropas británicas a Saigón, que el Viet Minh recibía como liberadores, una gran manifestación recorrió las calles contra su llegada y fue atacada por ametralladoras, provocando decenas de muertos y heridos. La organización trotskista La Lutte intervino con una numerosa y aguerrida columna.
La LCI fijó posición: “Los comunistas internacionales no nos hacemos ilusiones de que el gobierno de Viet Minh, con su política de colaboración de clase, sea capaz de combatir la invasión imperialista en los próximos días. Sin embargo, si el gobierno se declara dispuesto a defender la independencia nacional y salvaguardar las libertades de la gente, no dudaremos en asistirla y apoyarla con todos los medios físicos en la lucha revolucionaria. Pero, para este fin, tenemos derecho a repetir una vez más que mantendremos estrictamente la independencia completa de nuestro partido del gobierno y los demás partidos”6 .
La respuesta del gobierno del Viet Minh fue la represión. El día 6 organizó una redada policial contra la Central de los Comités Populares deteniendo a delegados y dirigentes y el 7 emitió un decreto disolviendo toda organización no gubernamental y señalando que “aquellos que llaman al pueblo a las armas y, sobre todo, a luchar contra los aliados serán considerados provocadores y saboteadores”. Todas las organizaciones debían entregar sus armas a la policía con la única excepción de la “guardia republicana” del Viet Minh. Todo esto, a pocos días del desembarco de las tropas aliadas.
El desembarco, la política del Viet Minh, la situación de los trotskistas, las polémicas en Francia y los debates que esta profunda experiencia revolucionaria dio lugar en la Cuarta Internacional serán abordados en la próxima nota.

Matías Villar

1. Lu Sanh Hanh (1947): “Algunas etapas de la revolución en el sur de Vietnam”, Revolutionary History, Vol. 3 N° 2, 1990.
2. La LCI se había reconstruido en agosto de 1944 con militantes del grupo Octubre, que había editado periódicos populares y tenía gran tradición de lucha entre los trabajadores.
3. El grupo La Lutte tenía como referente a Tạ Thu Thâu, recientemente liberado de un campo de concentración.
4. Stephenson, R. (1972): Stalinismo versus Socialismo Revolucionario en Vietnam.
5. Citado por Lu Sanh Hanh (1947), op. cit.
6. Idem.

No hay comentarios.: