domingo, octubre 21, 2018

Un posible ministro de Bolsonaro dice que le gustaría invadir a Venezuela



El reaccionario príncipe-heredero Luiz Philipe de Orleans e Brangança, postulado como ministro de Relaciones Exteriores en un eventual gobierno de Bolsonaro, ofreció una entrevista al diario Estado de São Paulo donde afirma que su deseo es entrar en guerra e invadir a Venezuela.

El privilegiado heredero de la familia real (descendiente de los emperadores Don Pedro I y Don Pedro II y por tanto miembro de la familia imperial brasileña) defiende llevar la línea reaccionaria del imperialismo norteamericano con Donald Trump a una nueva escala: meses atrás Trump impactó al mundo al afirmar que no descartaba la acción militar en el país caribeño.
Algunas semanas atrás esta noticia fue ampliada por la denuncia hecha por el diario norteamericano New York Times que diplomáticos estadounidenses estarían conversando con militares venezolanos y colombianos sobre la posibilidad de un golpe militar.
Como estas negociaciones de un golpe parecen no haber avanzado mucho el príncipe declaró que le gustaría invadir a Venezuela. Él dijo: “Resolver el problema es sacar a Maduro del poder, para que Venezuela deje de ser una dictadura. Nuestro modelo constitucional no permite que hagamos una interferencia militar en Venezuela junto con Colombia, como sería la predisposición inicial.”
El modelo democrático del príncipe es, con las bayonetas desenvainadas, masacrar a los venezolanos y más rápidamente someter al país a los designios del imperialismo estadounidense y sus aliados locales.
Conscientes de que no podría invadir a un país vecino –salvo que rasgaran la Constitución- él promete un otro tipo de invasión, crear campos de concentración de inmigrantes dentro del territorio venezolano: “Y el atendimiento a los refugiados, (discutir) si eso va a ser hecho dentro de nuestras fronteras o en un área fronteriza de común acuerdo con Colombia en Venezuela. La absorción de inmigrantes debe tener un límite, tiene que tener control”.
El reaccionarismo de Bolsonaro y su séquito de futuros ministros está al servicio no solamente de entregar cada riqueza nacional al imperialismo, entregando más de 50 estatales en el primer año, acabar con los derechos laborales incluso los aguinaldos de los trabajadores, sino que también se inscribe en un marco de mayor injerencia imperialista en todo el continente.
La respuesta a la crisis capitalista en los diferentes países latinoamericanos pasa por la unidad de los trabajadores levantando un programa anticapitalista y antiimperialista. Bolsonaro y la derecha continental ofrecen, por un lado, respuestas autoritarias para una mayor sumisión, pero, por otro lado, el PT y los diferentes gobiernos dichos “posneoliberales” ofrecen la conciliación con la derecha y los salvajes ataques a los trabajadores como hemos visto en la propia Venezuela y en Honduras.

LID

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