domingo, noviembre 21, 2021

El “relanzamiento” del gobierno y el acuerdo con el Fondo Monetario


Tras la derrota electoral del domingo 14, el gobierno efectuó una movilización a Plaza de Mayo que tuvo el propósito de “relanzar” la gestión, según los voceros del oficialismo. La noche misma del comicio, el presidente Alberto Fernández había anticipado el envío de un “plan plurianual” al Congreso y la búsqueda de un entendimiento político con la oposición. 
 Sin embargo, el “relanzamiento” es la continuación de una orientación ya conocida. “El plan plurianual es el eufemismo del acuerdo con el Fondo”, se sinceró un funcionario del gobierno (La Nación, 17/11). En efecto, el organismo internacional venía reclamando un “plan” consensuado con la oposición para impulsar un mayor ajuste fiscal y tarifazos, achicar la “brecha cambiaria” (o sea, devaluar la moneda) y sostener determinados niveles de reservas; en definitiva, una pauta para asegurarse el repago de la deuda, en base a mayores penurias para las masas. 
 Después de denostar, durante la campaña, el acuerdo contraído por Macri para financiar la fuga de capitales, el gobierno busca un pacto con la derecha para pagar esa hipoteca.
 Para congraciarse con el Fondo, el gobierno viene haciendo los deberes. Este año, sobrecumplirá las metas del déficit primario, que en lugar del 4,5% previsto en el presupuesto, cerraría en el 3%. Esto se ha hecho a costa del presupuesto de salud, las jubilaciones y los salarios del sector público. 
 El ajuste y el crecimiento de la pobreza es uno de los factores que explica la derrota oficial en las legislativas. El Frente de Todos perdió seis millones de votos con respecto a 2019 y perdió en la estratégica provincia de Buenos Aires. Y si bien Juntos por el Cambio se alzó con la victoria, dejó 1.700.000 votos en el camino. “En un cuadro de retroceso de las fuerzas políticas que han gobernado el país en las últimas décadas, resulta ganadora la coalición no que más avanza, sino la que menos retrocede”, señala Gabriel Solano en el editorial de Prensa Obrera. 
 En este cuadro se inscribe la gran elección realizada por el Frente de Izquierda, que logró 1.300.000 votos, coronó 4 diputados nacionales, legisladores en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, y varios concejales en algunos de sus distritos (La Matanza, Merlo, José C. Paz, Moreno, Coronel Pringles). En el corazón del dominio peronista, el Conurbano bonaerense, la izquierda realiza una histórica elección. Esto, en el marco de un gran desarrollo del Polo Obrero -que aportó miles de fiscales- en las barriadas más humildes. “El apoyo recogido en las barriadas populares de la provincia de Buenos Aires, la Ciudad de Buenos Aires, Jujuy desde ya y varias provincias del país son la expresión no ya de un voto bronca contra un ajuste, sino de una transición política de fondo que apunta a sustituir al peronismo por la izquierda que defiende las banderas socialistas”, plantea Solano. 
 En tanto, Javier Milei y José Luis Espert, los referentes de la derecha “libertaria” que hicieron una buena performance electoral en la ciudad (17%) y la provincia de Buenos Aires (7,5%), respectivamente, en base a un discurso demagógico contra la “casta política”, que omitió toda crítica a la clase capitalista, buscarán ahora, más abiertamente, jugar un lugar en la interna de Juntos por el Cambio para 2023. El “león” del liberalismo ya se vio en figurillas cuando tuvo que explicar por qué no consideraba a Macri y a Patricia Bullrich como parte de la “casta”.
 Las bancas conquistadas por el FIT Unidad estarán al servicio de las luchas por venir y de la organización de la clase trabajadora. Por lo pronto, hay una convocatoria para el próximo viernes a una reunión abierta de organizaciones en el Parque Lezama, para preparar una marcha en diciembre a Plaza de Mayo bajo la consigna “Fuera el FMI”.

 Apostilla

 A pocos días de una elección en la que salieron a relucir los planteos de “mano dura” y mayores atribuciones para las fuerzas policiales, miembros de civil de la Policía de la Ciudad balearon en Capital Federal a un grupo de jóvenes, asesinando a Lucas González, joven de 17 años que hacía las inferiores en el club Barracas Central. Otro caso de gatillo fácil, siniestra modalidad que envuelve a las fuerzas de seguridad de todas las provincias en una lista luctuosa e interminable de caos. Patricia Bullrich, “halcón” del PRO, salió a defender a los efectivos. El Ministerio de Seguridad porteño los puso en disponibilidad, pero la “paloma” María Eugenia Vidal había calificado a la fuerza, durante la campaña, como “la mejor del país” (tuit del 10 de noviembre), pese a las decenas de casos que pesan en su contra. 
 El régimen político en su conjunto, incluyendo al gobierno, que tiene en sus filas a Sergio Berni, promueve un fortalecimiento del aparato represivo, con las consecuencias que vemos: el hostigamiento cotidiano de la juventud y los oprimidos. La próxima semana, volveremos a ganar las calles por justicia para Lucas y todas las víctimas de la violencia policial. 

 Gustavo Montenegro

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