martes, noviembre 23, 2021

Sicariato político y grupos nacionalistas contra los mapuches en cordillera

Dos matones a sueldo asesinaron a un comunero de la lof Quemquemtrew e hirieron de gravedad a otro. 

 Elías Garay (27) y Gonzalo Cabrera (22) fueron fusilados en la lof Quemquemtrew por dos personas de civil que esgrimieron haber ido a cazar. Ambos cayeron abatidos sin posibilidad de defensa tras recibir al menos dos balazos de plomo cada uno. Gonzalo fue operado y pelea por su vida; Elías la perdió. No fue un accidente. “Les dispararon a dos metros de distancia”, nos informan Nelson Ávalos y Mauro Millán. El crimen fue respondido inmediatamente con una movilización y corte de ruta en El Bolsón que fue desalojado por un grupo de personas -varias de ellas vestidas de gaucho- que se encontraban en un campeonato provincial de jineteadas. La horda nacionalista fue arengada desde la propia organización del festival y, al igual que las ejecuciones en la lof- contó con la connivencia y complicidad de la policía provincial, informan vecinos de la localidad. Mientras golpeaban y tiraban tiros al aire, gritaban “¡Viva la Patria!”. El sicariato político en la zona no es nuevo: su existencia se remonta a la incorporación de lo que se conoce como Patagonia al territorio argentino y chileno, es decir, constituye una parte inescindible de la acumulación capitalista en la región y en ambos países, que compartieron - ¡y comparten! - gobiernos constitucionales y dictaduras militares. 
 La lof Quemquemtrew se encuentra sitiada por el COER, el Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate de la policía de Río Negro, desde mediados de septiembre luego que fuera recuperada a una familia de apellido Rocco, de vínculos estrechos con el poder económico y político de la zona. Se ubica en un paraje conocido como Cuesta del Ternero, entre las localidades rionegrina de El Bolsón y chubutense de El Maitén. Durante 55 días un grupo de miembros de comunidades mapuches, organizaciones de derechos humanos y activistas acamparon en solidaridad con la lucha pero tuvieron que levantar luego de que efectivos policiales acosaran sexualmente a dos mujeres mapuches. Cuarenta y ocho horas más tardes se produjo el crimen a cargo de estas personas vestidas de civil.
 Para ingresar al lugar en auto necesariamente se debe pasar por alguno de los dos retenes que se encuentran en la Ruta Provincial N 6. Una comitiva de mapuches y militantes de derechos humanos se acercó esta mañana a la lof para acompañar a los comuneros. Nelson Ávalos, referente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) del Noreste del Chubut, en diálogo con Política Obrera, señaló que les dijeron que Garay y Cabrera se encontraban haciendo una de las tantas recorridas de seguridad por el territorio y en un momento vieron a dos hombres con armas largas entre los pinos. Cuando se acercan a ver quiénes eran, les dicen ´andamos cazando`. Y, por lo que nos relataron, no hubo una pelea ni una discusión, sino que pocas palabras y les dispararon a los dos a la altura del abdomen, a mitad del cuerpo. Ambos recibieron dos disparos, Elías a la altura de las costillas”. Fueron dos ejecuciones: les dispararon a 2 metros de distancia. 
 “Estos personajes aparecieron 10 minutos después de que un drone de la policía sobrevoló el lugar”, denuncia también en diálogo con Política Obrera, Mauro Millan, reconocido luchador mapuche. “El objetivo ellos asesinar”, completa.
 En un comunicado oral enviado a la prensa y al activismo, Ávalos informó que el fiscal Martín Lozada le dijo que el Procurador General de Río Negro, Jorge Crespo, “comprometió a retirar al COER” del lugar y también a “dejar ingresar a toda la gente hasta la tranquera del territorio para que cuando saquen el cuerpo, que lo hará la comunidad, podamos despedirlo como se merece y sin policías del COER en el territorio. La única policía que va a quedar es la que está siempre en el puesto pero adentro, no mostrándose ni pidiendo datos a nadie”.

 Ataque fascistoide antimapuche 

La conmoción que generó el ataque a la lof se expresó en autoconvocatorias en distintas ciudades, con epicentro principal en El Bolsón. Allí se decidió un corte sobre Ruta Nacional 40, a la altura del ACA, en un lugar tradicional de manifestaciones en la ciudad. Mientras esto ocurría, a pocas cuadras de allí se desarrollaba la última jornada de un campeonato provincial de jinetada en el que se encontraban “personajes que históricamente generaron patotas de choques de los grandes terratenientes de la zona”, nos informa Diana, vecina de la localidad. Agrega que los organizadores del acto responsabilizaron en general a la gente que se movilizaba y a los mapuches en particular porque la fiesta terminaba antes en un momento en que además habían permitido una canilla libre generando una situación en la que el alcoholismo favorecía la violencia.
 “Varios compañeros se acercaron a avisarnos que había habido una comunicación entre la policía y estas personas, se organizaron para salir a agredir”, prosigue. “Se acercó un montón de gente con facas, palos, borrachos, drogados, y empezaron a agitar a la gente, a retirar las quemas que se estaban realizando y a amedrentar, pegarles a mujeres, agarrar a patadas en el piso a gente”, denuncia Lucho, vecino de Lago Puelo que se acercó a la movilización. “De ahí fuimos al hospital de El Bolsón donde había más gente esperando porque estaba Gonzalo. A los pocos minutos vino otra vez esta gente, pasadas la medianoche, y empezaron a insultar, a pegar, a amenazar. La gente se tuvo que meter adentro de la guardia del hospital y otra gente se tuvo que ir corriendo. De hecho, la directora del hospital llamó a Pogliano (Bruno, intendente) y a varios más diciéndoles que venga la presencia policial porque estaba todo descontrolado”, continúa Lucho, y finaliza: “Lo que pasó fue una reacción de la derecha terrible, muy ligada al alcoholismo de la fiesta en sí”. 
 Diana también relata que varios compañeros les comentaron que vieron a “agentes encubiertos y personas que trabajan en la municipalidad direccionando las agresiones, rompiendo vidrios de una confitería donde se habían refugiado familias mapuches”. 

 Complicidad política

 La mal llamada “Campaña del Desierto” no solo fue un genocidio legal por el cual se terminó de consolidar el Estado argentino, sino que además fue un proceso que involucró a un sinfín de métodos criminales para arrasar con la población mapuche y tehuelche de la zona que siguieron utilizándose con el correr de las décadas y es moneda corriente en la región patagónica de conjunto. Los asesinatos por encargo para hacerse de tierras, tanto de pobladores originarios o no, nunca se detuvieron, ya sea en gobiernos constitucionales o militares. Detrás de ellos no solo están los grandes terratenientes sino también sus abogados y los tres poderes del Estado. El régimen político es un sicariato legalizado contra las comunidades mapuches-tehuelches y el pueblo trabajador en general. 
 Estas bandas derechistas que asolan la Patagonia en defensa de los grupos capitalistas instalados en la región (inmobiliarios, mineros, petroleros) cuentan con el amparo del Estado y del gobierno provincial de Arabela Carreras. Recientemente, Aníbal Fernández se reunió para coordinar con el gobierno chileno la represión a los mapuches.

 Iván Marín 
 22/11/2021

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