lunes, mayo 12, 2025

A 80 años de la rendición del nazismo alemán: asoma una nueva guerra mundial y gobiernos de excepción


Esta semana se conmemora el 80 aniversario del Día de la Victoria, la fecha de la rendición incondicional de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. El contexto de la celebración es el del inicio de una nueva guerra mundial, que se desarrolla militarmente en Europa y el Cercano Oriente (el genocidio sionista en Palestina, Líbano, Siria) y más allá (Irán), pero que se prepara en Asia (China y el sudeste del continente, África, el Cáucaso e incluso América en su conjunto) –desde México y el canal de Panamá hasta el Atlántico Sur y Tierra del Fuego, y en el norte, desde Estados Unidos y Canadá hasta el Ártico (Groenlandia). La guerra financiera y comercial ha llegado al bloqueo económico de numerosos países. La consigna de la hora de las potencias imperialistas u opresoras es el rearme a toda velocidad. “¿Celebración? ¿Qué celebración? Parece más bien un funeral”, aseguró un ex alto cargo de la OTAN a la BBC, quien añadió: “80 años después, nos rodean innumerables noticias y análisis académicos que señalan con entusiasmo a Donald Trump como el clavo moderno en el ataúd de los fuertes lazos transatlánticos forjados en aquel entonces” (entre Estados Unidos y Europa occidental). Para una gran mayoría de los europeos occidentales (78% en el Reino Unido, 74% en Alemania, 75% en España), una encuesta señala que “ven a la Casa Blanca como una gran amenaza a la paz y la seguridad en Europa” (YouGov). 

 Gran Bretaña

 Los desfiles militares que se llevarán a cabo en Gran Bretaña, para este aniversario contarán con la participación de las fuerzas armadas ucranianas, cuya república, parte de la Unión Soviética, fue liberada por el Ejército Rojo. Según el Ministerio de Defensa británico, la procesión militar, con la participación de otros países de la UE, “simbolizarán el apoyo global a la continua lucha de Ucrania por la libertad contra la invasión ilegal y no provocada de Rusia”. Los militares ucranianos que participarán del desfile, se encuentran desplegados en el Reino Unido en la Operación Interflex, el programa de entrenamiento de las Fuerzas Armadas del Reino Unido para reclutas ucranianos, impartido con 12 países socios. Ucrania pertenecía a la Unión Soviética en 1945 y sus soldados lucharon junto con rusos y otras repúblicas en el ejército soviético. En 2023, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky firmó una ley que traslada la conmemoración de la Segunda Guerra Mundial al 8 de mayo, en línea con los Estados de Europa, para desairar la fecha de la victoria establecida en la ex URSS para el día siguiente. 
 Para Vladimir Putin, “invitar a los seguidores de elementos neonazis y glorificarlos en su país en las celebraciones del Día de la Victoria en Europa no es sólo una falta de respeto. Es una falta de respeto al pueblo británico, a los veteranos británicos que dieron su vida durante la Segunda Guerra Mundial. Dicho en términos rusos, es una blasfemia", según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. Pero Ucrania no adhirió a la ex URSS por una invasión militar de Moscú sino como consecuencia del principio de autodeterminación nacional, defendido por los bolcheviques. Aunque Putin defiende la invasión a Ucrania como una lucha contra el fascismo (y no como una guerra de principios contra la OTAN), sus principales aliados en Europa son la ultraderecha y el neonazismo alemán. Putin ha repudiado en numerosas ocasiones, a Lenin y el derecho a la separación nacional como premisa de una unidad voluntaria entre las naciones, que han sido las bases fundacionales de la URSS hasta su transformación en una dictadura de la burocracia rusa. 

 Rusia 

El gobierno ruso realizará sus propios festejos. La ceremonia no hace ninguna mención a la participación del pueblo ucraniano en las filas del Ejército Rojo que liberó el campo de Auschwitz y entró en Berlín en 1945. Ucrania aportó cerca de 7 millones de tropas en las filas del Ejército Soviético y el territorio ucraniano se convirtió en uno de los principales escenarios de batalla de aquella guerra, al costo de la vida de entre 5 y 7 millones de ucranianos. Sin ir más lejos, en la icónica fotografía de los soldados del Ejército Rojo izando la bandera soviética en el Reichstag, tomada en mayo del 45, se encuentran los soldados soviéticos ucranianos. En varias semblanzas fotográficas Putin aparece con un cuadro del zar Nicolás II de fondo. 
 Las celebraciones serán la oportunidad de grandes despliegues militares de parte de Rusia y de sus ex aliados en la 2~ Guerra. Dentro de esta exhibición podría presentarse el nuevo misil de mediano alcance "Oreshnik", que Putin probó por primera vez el pasado noviembre en Ucrania. 
 Se especula que en este desfile militar podrían participar tropas norcoreanas. La asistencia a este encuentro se ha convertido en un campo de disputas. La OTAN ha intentado disuadir a los diferentes líderes mundiales de participar en la celebración rusa. El presidente chino Xi Jinping ha confirmado que estará en Moscú, al igual que el presidente serbio, Aleksandar Vučić (aunque por una enfermedad enviará un reemplazo), el líder bielorruso, Alexander Lukashenko, el primer ministro eslovaco, Robert Fico y el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan. Se estima que los líderes de otros países de Asia y América Latina, como India (Modi), Brasil (Lula), que integran el BRICS, y Cuba, viajarán a Moscú en esta fecha. La presencia de Fico y de Vučić en los festejos en Moscú, los únicos líderes europeos en hacerlo, provocó críticas de la Unión Europea. En el caso de Vučić, Bruselas advirtió que la visita violaría los criterios de membresía de la UE, y podría potencialmente dañar el proceso de adhesión en el caso de Serbia. Eslovaquia es miembro de la UE desde 2004, Serbia y Armenia buscan unirse a la Unión. Por eso, la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, advirtió a los líderes de los Balcanes a no asistir al desfile del Día de la Victoria en Moscú. 
 El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha amenazado la seguridad de los delegados que asistan a la marcha por Moscú. "Nuestra posición es muy simple para todos los países que visitarán Rusia el 9 de mayo: no podemos responsabilizarnos de lo que sucede en el territorio de la Federación Rusa ", declaró. Un ataque ucraniano ya obligó a Putin a cancelar el desfile del Día de la Victoria en Crimea. 

 Estados Unidos

 La retórica belicista ha sido desplegada también por el presidente norteamericano Donald Trump. En los últimos días, Trump ha anunciado su intención de cambiar las fechas de conmemoración de triunfos militares estadounidenses en el mundo. El “Día de la Victoria”, que no era una fecha célebre en Estados Unidos, será establecida como fecha patria para que Estados Unidos pudiera celebrar sus logros militares. Trump aseguró que “Ganamos ambas guerras; nadie se acercaba a nosotros en fuerza, valentía o brillantez militar, pero nunca celebramos nada”. ¡Vamos a empezar a celebrar nuestras victorias de nuevo!”. Asimismo, decidió cambiar el nombre del “Día de los Veteranos”, el 11 de noviembre, a “Día de la Victoria de la Primera Guerra Mundial”. La única verdad es, sin embargo, la realidad. El imperialismo norteamericano ingresó tardíamente en la guerra (avanzado 1941) y demoró la apertura de un “segundo frente” en el oeste, que hubiera aliviado el asedio del ejército alemán a las principales ciudades de Rusia, hasta que el Ejército Rojo y la ciudadanía armada de esas urbes derrotaran al nazismo y comenzaran la arrolladora ofensiva que los llevó a la capital de la Alemania nazi.
 Este 80 aniversario observa al Estado alemán votando por tercera vez los créditos de guerra (una triplicación de los gastos presupuestarios y los créditos bancarios), para financiar una nueva hecatombe. Como en 1914, ha contado con el apoyo de la ‘izquierda’ germana. 

 El Be 
 08/05/2025

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