martes, agosto 14, 2018

El puente de Génova: crónica del derrumbe anunciado con 35 muertos



Más de 35 personas murieron al caerse en la ciudad de Génova (Italia) parte de un puente inaugurado hace 60 años y, según dicen expertos, su construcción estaba cuestionada desde el inicio por las fallas estructurales que presentaba.
La obra, que cruza un río y que pasa por encima de dos barrios urbanos -Sampierdarena y Cornigliano- ubicados a ambas orillas del mismo, tenía serios problemas de construcción, según sostienen varios expertos citados por los medios europeos, pero igual se mantenía en operación. Forma parte de una autovía concesionada que lo cruzaba y que unía a la ciudad con el aeropuerto y al mar.
El puente “siempre ha sido objeto de críticas”, a “lo largo de los años ha necesitado pasar por diferentes obras de manutención y restauración” y “numerosas asociaciones hablan de (que el accidente fue por) un ´fallo de la ingeniería´ debido al elevado coste de su mantenimiento” (El País, Madrid, 14/8).
En un indirecto reconocimiento de la existencia de problemas en la obra, el operador de autopistas Autostrade per l´Italia, que es la concesionaria de la autovía que lo cruza indicó, a través de un comunicado, que habían estado “realizando trabajos para fortalecer la estructura de la autopista en el viaducto” (ídem).
El puente Morandi, que lleva el nombre de su constructor, era conocido desde hace décadas como “un gigante malato nel cuore di Genova” (un gigante enfermo en el corazón de Génova). Apenas veinte años después de su construcción tuvieron que colocarle cables de acero para evitar que se derrumbara y hoy, “visto desde debajo, está lleno de parches y cicatrices”. “Varios expertos sostenían desde hace años que no podía seguir abierto” (Dagospía.com, Génova, 14/8).
El mismo constructor ha realizado otros puentes en Italia, como el de Agrigento, en Sicilia, que está cerrado desde hace dos años luego que se produjeran varios accidentes fatales por fallas en su construcción.
La obra pública es un típico refugio de la corrupción, los sobreprecios y la deficiencia en las construcciones. En Italia han saltado muchos escándalos en este terreno. Hace solo tres años fue denunciado uno vinculado con la construcción de un tren de alta velocidad, con un costo total de la obra que alcanzaba los 25.000 millones de euros.
También la mafia italiana, con fuertes vínculos con esa actividad y con el establishment político y empresario, ha sido uno de los intervinientes activos en temas de corrupción con la obra pública.
Los cuestionamientos a que el puente se mantuviera en actividad existían y no fueron tomados en cuenta. La crisis económica ha reducido la obra pública y en este caso, según los expertos, la solución era construir un puente nuevo.
Pero el papel vital de vínculo de la ciudad con el mar y el aeropuerto, así como la explotación de la autopista, hizo que todo siguiera igual. A costa de 35 muertes.

Nelson Marinelli

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