miércoles, enero 30, 2019

EE. UU. filtra una amenaza intervencionista mostrando la anotación “5.000 tropas a Colombia”



En un deliberado acto de prepotencia imperial, el Asesor de Seguridad yanqui, John Bolton, dejó ver a la prensa una anotación en su libreta con la amenazante leyenda. Colombia negó tener información al respecto, pero la tensión sigue en aumento.

Este lunes, durante el anuncio en conferencia de prensa de la confiscación de parte del patrimonio de la empresa estatal petrolera de Venezuela (PDVSA), el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, dejó ver que tenía escrito en su cuaderno "5.000 tropas a Colombia".
En una ampliación de fotografías tomadas por diversos medios de comunicación durante la rueda de prensa se aprecian dos inscripciones en el cuaderno de Bolton: la primera era "Afganistán, bienvenidas las negociaciones" con los talibanes, mientras que la segunda decía "5.000 tropas a Colombia".
Al cierre de esta nota, la Casa Blanca no había dado explicaciones sobre la cuestión, mientras que Colombia, uno de los principales aliados de EE.UU. en América Latina que también reconoció como presidente a Guaidó, dijo a través de su canciller Carlos Holmes Trujillo, que el Gobierno de su país no tiene información alguna sobre la anotación de Bolton. "Con respecto a la mención de Colombia en el cuaderno de notas que tenía en sus manos el señor John Bolton se desconoce el alcance y la razón de dicha anotación", dijo.
Aunque Bolton no hizo mención alguna durante la rueda de prensa a este hipotético envío de tropas a Colombia, país que comparte una amplia frontera con Venezuela y recibe la mayor parte de emigrados, sí instó a los militares venezolanos a apoyar a Guaidó, que se autoproclamó presidente interino del país caribeño el pasado miércoles 23 y al que EE.UU. reconoció inmediatamente ya que fue parte fundamental en su planificación.
"Llamamos a los militares y fuerzas de seguridad venezolanas a aceptar la transición de poder pacífica, democrática y constitucional", dijo Bolton, que habló junto al secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, quien detalló las sanciones contra PDVSA, incluyendo el insólito anuncio de que “el camino de suspensión de estas sanciones es a través de la rápida transferencia del control al presidente interino o un gobierno posterior, elegido democráticamente". Es decir que pone esos fondos, que pertenecen al pueblo y al Estado venezolanos, a disposición del diputado derechista Juan Guaidó. Ninguna prueba más contundente de que la Casa Blanca pretende digitar quién gobierna Venezuela.
El gobierno de Maduro no solo viene hace años descargando la crisis económica de manera brutal sobre los trabajadores y el pueblo pobre a través de una inflación descomunal que está hambreando al pueblo, sino que viene reforzando y profundizando el autoritarismo del régimen y la represión contra la protesta social. Los falsos eslóganes sobre el “socialismo” y la “revolución bolivariana” son meros taparrabos de un capitalismo dependiente que ha garantizado, incluso en los años de Chávez, los grandes negocios capitalistas, muy especialmente los de Estados Unidos que es su principal comprador de petróleo. Y jamás, aunque el pueblo pasa hambre, se le pasó por la cabeza dejar de pagar la deuda externa, principal mecanismo de expoliación de la riqueza de nuestros pueblos latinoamericanos.
Pero a medida que pasan los días, va quedando cada vez más claro que las intenciones norteamericanas no tienen nada que ver con “restaurar la democracia”, “devolver la libertad a los venezolanos” o mejorar la catastrófica situación económica. Las acciones imperiales de este lunes dejan meridianamente claro, por si quedaba alguna duda, que el objetivo es imponer un gobierno títere de sus intereses en Venezuela y así profundizar los avances que vienen dando en toda la región desde hace años, especialmente tras el golpe institucional a Dilma Rousseff en 2016 y la posterior manipulación del electorado brasilero para imponer al ultraderechista Bolsonaro, la completa subordinación del gobierno de Macri al FMI, o el resto de gobiernos también derechistas y pro imperialistas como los de Piñera, Duque, Moreno, Vizcarra, etc.
De hecho, el gobierno yanqui, dijo la semana pasada que "todas las opciones están sobre la mesa" en alusión a una eventual intervención militar en Venezuela, una provocación que ahora se renueva con esta filtración deliberada sobre las “5.000 tropas a Colombia”. Son mensajes patoteriles para tratar de generar un quiebre en algún sector de las Fuerzas Armadas venezolanas que le permitan tirar a Maduro.
En este marco de creciente tensión, las sanciones anunciadas contra PDVSA tienen como objetivo ahogar económicamente al Gobierno de Maduro. Según Bolton afectarán a 7.000 millones de dólares en activos de la petrolera y provocarán 11.000 millones de dólares en pérdidas a lo largo del próximo año.
La guerra económica es una herramienta muy común utilizada por la maquinaria imperialista para imponer sus intereses sobre pueblos soberanos, que no tiene miramiento alguno sobre las consecuencias catastróficas causadas a la población trabajadora provocándole todavía más penurias de las que ya soportan.
Por eso, más que nunca, hay que rechazar y enfrentar estas agresiones y provocaciones imperialistas y exigir el cese inmediato de la injerencia yanqui sobre la política interna de Venezuela, de manera independiente del gobierno de Maduro que, con su política de hambre y represión, es responsable de haberle allanado el camino a la derecha y facilitado los planes del imperialismo.
El Frente de Izquierda estará esta tarde movilizándose a la Cancillería argentina de Buenos Aires para repudiar la intentona golpista y la creciente injerencia imperialista, con una política independiente.

Diego Dalai

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