Amplio repudio, incluso desde las mismas filas del Gobierno del MAS, ante la entrega del italiano Cesare Battisti -sin respetar siquiera su derecho como el tener un juicio de extradición-, al gobierno de ultra derecha italiano. Para este operativo la colaboración entre Bolivia y el gobierno brasilero de Bolsonaro fue decisiva.
Este sábado 12 de enero la policía boliviana detuvo en la ciudad de Santa Cruz al italiano Cesare Battisti quien fue condenado a cadena perpetua en su país por haber perpetrado supuestamente cuatro asesinatos en los años 70. Battisti, de 64 años, que había estado exiliado en Francia y México durante décadas, y que pasó sus últimos años en Brasil, fue capturado el sábado en Bolivia. Según confirmó el presidente ultraderechista brasileño, Jair Bolsonario, habría arreglado con el xenófobo italiano Matteo Salvini, y el presidente boliviano Evo Morales la deportación de Battisti a Brasil y luego a Italia en tan solo un día.
En un procedimiento expeditivo, el gobierno boliviano de Evo Morales, autoproclamado socialista y revolucionario, rápidamente puso a Battisti en manos de la INTERPOL para inmediatamente deportarlo a Italia. La celeridad con la que actuó la policía y las autoridades bolivianas violaron el derecho de Battisti de gozar al menos de un juicio de extradición. Con esta actitud Evo Morales abandona principios básicos de solidaridad internacional con los luchadores de otras latitudes, verificándose así mismo su creciente orientación y de “colaboración” con los gobiernos derechistas que han emergido en la región, fundamentalmente el de Bolsonaro en Brasil. Esta actitud cobarde pone también en evidencia la prioridad para el MAS de llevarse bien con su “hermano” Bolsonaro buscando asegurar las futuras negociaciones de gas con el Brasil.
Esta medida ha generado gran indignación y repudio incluso desde algunos personeros y sectores afines al gobiernos del MAS quiénes venían actuando de escuderos, durante todos estos años, de la política gubernamental. Entre las declaraciones más difundidas por las redes sociales y medios de prensa, se encuentran la de Hugo Moldiz, ex ministro de Gobierno quien refirió al alto costo político que significará esto para el gobierno de Morales. O el actual Defensor del Pueblo, Tezanos Pinto, quién arguyó a la violación de los principios de “no devolución” y “no expulsión”. También algunos periodistas “voceros” del “proceso de cambio” tuvieron que expresar su repudio, como Jaime Iturri del canal oficialista ATB quién señaló que hasta Lula se negó a entregar a Cesaré Batistti a los italianos y cuestionó que el gobierno boliviano lo haya hecho sin siquiera un juicio de extradición. También en su cuenta de Twitter, el periodista Pablo Steffanoni, se refirió en los siguientes términos: “Si hay un regalo a Salvini va a ser de Evo, no de Bolsonaro (…) Entregar a Battisti sin el más mínimo proceso de extradición donde un acusado puede defenderse sería una especie de Plan cóndor entre Bolivia, Bolsonaro y Salvini, el neofascista que gobierna Italia.”
Hasta el propio hermano del vicepresidente boliviano, Raúl García Linera, señaló: “Hoy, por primera vez, este proceso de cambio actúa contrarrevolucionariamente, hoy los intereses del Estado se pusieron por encima de la moral revolucionaria, de la praxis revolucionaria (…) Por primera vez me siento avergonzado y decepcionado por el accionar gubernamental fundamentalmente, reñido con la Moral Revolucionaria y grito con toda mi alma, este accionar es injusto, cobarde y reaccionario”.
Hay que señalar sin embargo, que este hecho no es la primer actitud de esta naturaleza por parte del MAS como afirma el hermano del vicepresidente Álvaro García Linera. Recordemos que ya en los primeros años de esta década el gobierno del MAS procedió a la entrega de perseguidos políticos peruanos a las autoridades del país vecino.
Por su parte, sectores críticos de la izquierda en Bolivia manifestaron también su repudio. Entrevistado para La Izquierda Diario, Javo Ferreira, dirigente de la LORCI (Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional) expresó:
Pese a las importantes diferencias programáticas y estratégicas que mantenemos con Battisti así como con su pasado y presente político, repudiamos la actitud colaboracionista de Evo Morales y el Gobierno del MAS con la ultra derecha brasilera y europea que criminalizan a los luchadores sociales y preparan feroces ataques a la economía y a los derechos y libertades democráticas de las y los trabajadores y el pueblo.
Esta medida desnuda una vez más el giro cada vez más reaccionario que va tomando Evo Morales y su Gobierno donde el “discurso revolucionario” del que abusaron todos estos años va quedando cada vez más pisoteado y en el olvido evidenciando sus verdaderos intereses políticos y de clase que lejos están no sólo de un proyecto socialista sino incluso de una mínima actitud democrática y de respecto a los derechos humanos.
Juana Gabriela Runa
Militante de Pan y Rosas
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