martes, enero 29, 2019

Ofensiva golpista en Venezuela: EE. UU. sancionará a PDVSA y congelará sus cuentas



Así lo anunció el Departamento del Tesoro. Maduro afirmó que habrá respuestas legales. Por su parte, John Bolton volvió a hacer un llamado a los militares venezolanos a que apoyen el intento golpista.

Este lunes el Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció una serie de sanciones contra la petrolera estatal venezolana PDVSA.
La medida anunciada por el gobierno de Trump implica que todos los bienes e intereses en propiedad de empresa petrolera que se hallen sujetos a la jurisdicción estadounidense, quedan bloqueados. Al mismo tiempo se prohíbe a los ciudadanos y empresas estadounidenses realizar transacciones con PDVSA.
En el comunicado difundido por el gobierno de EE. UU., se citan declaraciones de Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, quien indicó que “la designación de hoy ayudará a evitar que Maduro desvíe más los activos de Venezuela (…) el camino hacia el alivio de las sanciones para PDVSA es a través de la transferencia expedita del control al presidente interino o un gobierno posterior, elegido democráticamente”.
Por su parte, el asesor de seguridad nacional John Bolton afirmó "esperamos que las medidas de este lunes bloqueen U$S 7.000 millones en activos además de más de U$S 1.000 millones por exportaciones perdidas a lo largo del próximo año".
En lo que parece un llamado a las FANB, el comunicado indica que “las sanciones no tienen por qué ser permanentes (…) consideraremos levantar las sanciones para aquellos que tomen acciones concretas, significativas y verificables para apoyar el orden democrático y combatir la corrupción en Venezuela, incluida PDVSA”.
La justificación esgrimida por el Departamento del Tesoro son una serie de irregularidades cometidas por funcionarios de la petrolera y del gobierno de Venezuela entre los años 2011 y 2015. La "demora" en realizar sanciones podría explicarse como parte de la maniobra de cambio de régimen en curso.
La decisión de la administración norteamericana se enmarca en una ofensiva golpista que avanzó varios casilleros a partir del miércoles pasado, cuando el legislador Juan Guaidó se autoproclamó "presidente legítimos" de Venezuela, obteniendo un inmediato reconocimiento del gobierno de Donald Trump y los mandatarios derechistas de varios países latinoamericanos.
Esa ofensiva golpista es facilitada por la crisis social y económica aguda en la que se halla sumido el país como resultado de la gestión de Maduro y el chavismo. Sobre la base de utilizar demagógicamente el amplio descontento social, EE. UU. intenta avanzar posiciones en la región de conjunto.
Horas más tarde llegó la respuesta de Nicolás Maduro. Lo hizo en el transcurso de una reunión con el cuerpo diplomático venezolano que cumplió tareas en EE. UU. hasta el momento en que se declaró el fin de las relación entre ambos países.
La reunión, que fue transmitida por medios afines al oficialismo, sirvió para que Maduro presentara una respuesta a la decisión del Departamento del Tesoro sobre PDVSA. Lo hizo señalando que las sanciones "son ilegales, inmorales, criminales". Además, indicó que habrá "respuestas legales" por parte de su gestión.
"He dado las instrucciones precisas al presidente de PDVSA de iniciar las acciones políticas, legales, ante tribunales estadounidenses y del mundo, para defender la propiedad y la riqueza de Citgo", indicó.

Un nuevo llamado a las FANB

Durante la jornada también hubo declaraciones de John Bolton interpelando a las Fuerzas Armadas de Venezuela. "Pedimos al ejército venezolano y a las fuerzas de seguridad que acepten la transición pacífica, democrática y constitucional del poder", afirmó el Asesor de Seguridad Nacional de la gestión Trump.
La presión internacional y la que ejerce la derecha venezolana que encabeza Juan Guaidó buscar lograr un quiebre en las Fuerzas Armadas. Hasta el momento, en el marco de la crisis nacional en curso, esa institución es el pilar fundamental en que el se viene apoyando Maduro.

La Izquierda Diario

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