lunes, agosto 26, 2019

Clarín ya ganó



El evento organizado por el monopolio comunicacional fue una muestra descarnada del poder real. El presidente que ya fue y el que todavía no es, a los pies de los dueños de todo. Editorial de “El Círculo Rojo”, programa de La Izquierda Diario que se emite los domingos de 22 a 24 por Radio Con Vos, 89.9.

El acontecimiento político de esta semana fue, sin lugar a dudas, esa fenomenal puesta en escena del poder real que tuvo lugar en el museo MALBA. El foro organizado por el Grupo Clarín en las instalaciones del berretín que tiene Eduardo Costantini, el empresario y desarrollador inmobiliario dueño de Nordelta, entre otras empresas; fue una muestra en vivo y en directo sobre cómo hacen política los dueños del país.
Al evento fue invitado, como primer entrevistado, el expresidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, viejo socialdemócrata en los años ´60 del siglo pasado, sociólogo de prestigio, leído y estudiado en las universidades sudamericanas en su momento como un teórico “de izquierdas”. Finalmente, padre del neoliberalismo en su país en los años ’90. El sucesor de Cardoso fue Luiz Inácio “Lula” da Silva en una transición relativamente tranquila, tutelada por EEUU y en un país moldeado ya por las contrarreformas neoliberales que precisamente se quiso mostrar como modelo para la delicada transición que vive nuestro país.
Después pasaron por el escenario, el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández y finalmente el presidente Mauricio Macri.
En el público estaba la crema del empresariado argentino. Héctor Magnetto, el CEO de Clarín; pero también Marcelo Mindlin de Pampa Energía; Eduardo Elsztain de IRSA, Alfredo Coto, tristemente célebre esta semana por lo que sucedió en una de las sucursales de su cadena; Martín Cabrales; Sebastián Bagó; Hugo Sigman de ELEA; Luis Betnaza de Techint; José Urtubey de la UIA, entre muchos otros.
Los principales candidatos fueron a rendir examen, literalmente, ante los empresarios. Los mismos que fueron derrotados hace 15 días, porque en su mayoría se jugaron con todo por el triunfo de Macri. Ahora, no se preocuparon mucho y empezaron a hacer fila para marcar la cancha a quien muy probablemente presida el país desde diciembre.
La comandancia en pleno de Clarín estuvo a la cabeza de los interrogatorios. Recordemos que Ricardo Kirschbaum, Fernando González y Ricardo Roa, son los editores en jefe del portaaviones infocomunicacional de la calle Tacuarí, el primero estuvo con Cardoso, el segundo -junto a otros dos periodistas- entrevistó a Alberto Fernández y el tercero a Mauricio Macri, también acompañado por otros dos colegas.
Lo de Macri fue una repetición un poco más calma, pero con los mismos argumentos de aquella memorable conferencia de prensa que brindó el lunes siguiente a la paliza de las PASO: la culpa de los males del país es de la mayoría de los ciudadanos que cometieron la “irresponsabilidad autoritaria” de no votar a Juntos por el Cambio. Más allá de la movilización de ayer que exaltaron los ánimos del presidente, nadie se entusiasmó en el MALBA ante un hombre que para ellos está prácticamente despojado de poder.
Las declaraciones de Alberto Fernández verdaderamente no tienen desperdicio. Tuvo un trato casi íntimo con “Héctor” (Magnetto) y confirmó que se había reunido con él recientemente. Llamó a terminar con el “enfrentamiento que tuvo responsable de los dos lados”. En esa parte de la conversación sobrevolaba como un espectro innombrable, aquella confesión del fallecido Julio Blanck sobre el “periodismo de guerra”. Y en este punto, la concesión se produce porque se acepta los términos en los que Clarín planteó históricamente la cuestión: igualar el cuestionamiento lógico al poder concentrado de un grupo mediático (más allá de si uno coincide con los métodos) con el “enfrentamiento al periodismo”. Estas afirmaciones arrancaron la sonrisa de Magnetto que se ve en la foto que ilustra esta columna en las redes y que vamos a publicar en La Izquierda Diario.
Pero además, habló sobre la deuda. Y no sólo descartó el no pago de una deuda ilegítima (cosa que nunca propuso), sino que tampoco va a haber ninguna “quita” y el argumento fue que esta “deuda fue tomada por un gobierno democrático" por lo tanto es legitima ni si quiera una “quita”. Los que soñaban con una salida “portuguesa” se van a tener que ir olvidando, van a tener que mirar a Ucrania y hasta ahí nomás. Pero aparte hay un error conceptual en esta definición porque ¿quién dijo que las estafas dejan de ser estafas porque las toma un “gobierno democrático”?; es más, se puede decir que la mayorías de las estafas en el último tiempo se hicieron en democracia. Por ejemplo, esa gran estafa que se llamó menemismo.
También habló del no control de los capitales, de la necesidad de terminar con lo que llamó “privilegios laborales”, reivindicó el convenio flexibilizador aplicado a los petroleros en Vaca Muerta.
No es extraño, en ese contexto, que el clima fue de velorio con Macri y de jolgorio con el candidato del Frente de Todos, como contaron los cronistas que cubrieron el evento. Es más, algunos se retiraron en el break y no volvieron para cuando le tocaba tomar la palabra al actual presidente formalmente en ejercicio.
Se pueden sacar conclusiones sobre esta descomunal escenificación del poder real condicionando al sistema político tradicional y éste aceptando dócilmente esas condiciones. Porque dentro de un mes, va subir el tono de la campaña con sus promesas y sus demagogias, pero acá hubo más verdades que en todos los spots vistos hasta ahora.

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Lo que dejó la foto del MALBA es una realidad en la que parece que, mientras la mayoría del pueblo pierde feo con un ajuste en curso, producido por la devaluación y la inflación correspondiente, el “círculo rojo” y su vocero mediático más estridente, sienten… que ya ganaron.

Fernando Rosso
@RossoFer
Lunes 26 de agosto | 01:09

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