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miércoles, febrero 20, 2019
El guiño de Francisco a los golpistas en la crisis de Venezuela
La oposición derechista y Estados Unidos redoblan la ofensiva golpista contra el gobierno venezolano ¿Qué papel ha decidido jugar el Papa?
El miércoles 13 de febrero el diario italiano Corriere della Sera publicó extractos de una carta enviada por el Papa Francisco al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Algunos medios hablaron de una “filtración”, sin embargo por el contenido de los extractos publicados es evidente que se trata de un mensaje enviado desde el Vaticano.
Las partes de la misiva que se dieron a conocer muestran un marcado cambio en la política del Vaticano hacia Venezuela, un giro que los voceros de la derecha regional califican como incompleto, del que han evitado emitir alguna definición los aduladores de Bergoglio, y que analizaremos en este artículo.
"Señor Maduro"
Lo primero que destaca de la carta papal, en respuesta a una misiva enviada por el presidente venezolano, es que está dirigida al "excelentísimo señor Nicolás Maduro Moros". La misma ya no está dirigida al "presidente" y esto refleja la postura del Vaticano en línea con los obispos venezolanos, la derecha encabezada por Juan Guaidó y el coro golpista internacional, encabezado por Estados Unidos, que no reconoce a Maduro como presidente de Venezuela.
Aunque parezca un detalle menor, la sola mención de que el Vaticano continuaba reconociendo a Maduro como presidente habría sido un mensaje claro para la oposición golpista. De esta forma se envió un guiño a Guaidó pocos días después de que una delegación de la oposición fuera recibida en la Secretaría de Estado vaticana, en concreto por el "número tres" en el organigrama de la Santa Sede, el también venezolano Edgar Peña Parra.
Un gesto que, legitimando por omisión, también va dirigido a Estados Unidos, las potencias europeas y los gobiernos de derecha de la región que declararon al presidente venezolano como “usurpador” del cargo.
El reproche Papal selectivamente dirigido
Otro de los extractos de la carta fue reiteradamente destacado por la derecha golpista. Se trata del reproche con el que el Papa responde a la petición de mediación por parte de Maduro.
En la misiva Bergoglio recuerda los reiterados intentos de los últimos años para "encontrar una salida a la crisis venezolana". Luego agrega "Lamentablemente todos se han visto interrumpidos porque lo que había sido acordado en las reuniones no ha sido seguido por gestos concretos para realizar los acuerdos", culpando al gobierno por la interrupción de los diálogos con la oposición.
El reclamo está selectivamente dirigido para inculpar al gobierno, omitiendo la responsabilidad de uno de los principales auspiciantes de la oposición derechista, Estados Unidos.
El gobierno estadounidense ha sido un factor clave en las sucesivas rupturas de las mesas de negociación entre el gobierno y la oposición. El diálogo iniciado en República Dominicana pocos meses antes de las elecciones de 2018 fue interrumpido luego de que el sector de la oposición más claramente alineado con Estados unidos se retiró de la mesa de negociación.
Es absurdo suponer que la omisión no es intencional justo en el momento que la administración de Donald Trump encabeza una ofensiva injerencista y golpista contra Venezuela. Bergoglio decide enviar un mensaje claro al “perdonar los pecados” estadounidenses.
La "neutralidad positiva" de Bergoglio
El giro de política del Vaticano es evidente. Desde la “Santa Sede” han decidido “esperar”, mientras el intento golpista avanza sobre Venezuela, como quien espera sentado que un vehículo sin frenos no colisione contra una pared.
Esto lo dejó claro el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, cuando señaló que el enfoque de la “Santa Sede” en Venezuela es el de una "neutralidad positiva". Parolin no es un hombre ajeno a la política venezolana: en 2009 fue nombrado Nuncio Apostólico (embajador) para ese país por el papa Benedicto XVI. Para Bergolgio, Parolin es su as de espadas por su relación con sectores de la oposición derechista y también con parte de la cúpula militar.
Mal que le pese a los sectores que en Argentina y otros países de la región, apoyan a Bergolgio y lo presentan como un “Papa aliado del pueblo”, la “neutralidad” del Vaticano actúa en favor de la avanzada golpista.
El Papa había enfocado su discurso en lo “social” y la “igualdad”, intentando ser vocero de los más afectados por la catástrofe económica producto de la crisis capitalista y las políticas de ajuste de Maduro. En su momento, como explicamos en otro articulo, ese giro discursivo fue acompañado por un acercamiento a la política internacional de Estados Unidos durante la administración del demócrata Barack Obama, reflejado en el rol político jugado por el Vaticano en la normalización de las relaciones entre EE.UU. y Cuba, tan celebrado por sectores del progresismo latinoamericano, que coincidió con la exploración de un nuevo camino en pos del avance de la restauración capitalista en la isla, encarado por el gobierno estadounidense (que sin embargo mantuvo el bloqueo económico).
El nuevo discurso Papal le permitió a Bergoglio ganar influencia sobre movimientos sociales, especialmente en Argentina. Organizaciones como la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), cuyo referente es Juan Grabois, o el Movimiento Evita, actúan como apóstoles del mensaje de la Iglesia y son parte de la contención social, subordinados al peronismo y las direcciones sindicales que han evitado la irrupción del descontento ante el ajuste aplicado por el gobierno de Macri.
No es casualidad que estos sectores afines al Papa no hayan levantado la voz ante la política del Vaticano sobre el intento golpista de la oposición derechista apoyado por Estados Unidos y los gobiernos de derecha de la región.
Bergoglio reclama gestos concretos de Maduro seguramente buscando un renunciamiento que permita dar viabilidad a una transición negociada entre el oficialismo y la oposición, con la garantía de los militares. Un camino que hasta el momento parece quimérico. Entre tanto la “neutralidad” favorece a los objetivos golpistas.
Pero ante todo, lo que se pone al descubierto es que Bergolgio se adaptará a cualquier desenlace antes que favorecer el avance de una salida independiente de los trabajadores y el pueblo pobre que enfrentando resueltamente la ofensiva imperialista y todo el plan de la derecha golpista, salde cuentas con las políticas del gobierno de Maduro que ha descargado una brutal catástrofe económica sobre ellos.
Diego Sacchi
@sac_diego
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