lunes, febrero 18, 2019

La crisis del Brexit llega al laborismo: siete diputados dejan el partido

La crisis abierta con el Brexit atraviesa al régimen político británico. Al derrotero de May se suma ahora una maniobra del ala derecha laborista con la renuncia de siete de sus diputados que enfrentan el liderazgo de Corbyn.

Era cuestión de tiempo, la crisis del Brexit finalmente llegó al Partido Laborista, y se materializó con la renuncia de siete diputados y diputadas que no abandonarán sus bancas sino que formaran un nuevo bloque para actuar de forma autónoma.
Los fundamentos de la ruptura serían su oposición al liderazgo de Jeremy Corbyn, por el supuesto manejo erroneo de casos internos de antisemitismo y su posición ambigua sobre el "brexit". Sobre todo en este último punto es donde está la clave de la crisis, que ya venía afectando profundamente al Partido Conservador de la primera ministra Theresa May, y ahora le tocó el turno al laborismo.
Luciana Berger, Chuka Umunna, Mike Gapes, Ann Coffey, Angela Smith, Chris Leslie y Gavin Shuker expusieron individualmente en una rueda de prensa las razones de su marcha, animaron a otros colegas a seguir sus pasos y anunciaron que mantendrán sus escaños en la Cámara de los Comunes como parte de un Grupo Independiente.
La ruptura, un poco más grande de lo que se esperaba, representa a un sector del ala derecha del partido laborista y puede profundizarse a medida que escale la crisis por las negociaciones del Brexit y posibilidad de que el laborismo aparezca como una salida como así también sobre las diferencias en torno a convocar a un nuevo referéndum.
Este sector, enfrentado a Corbyn desde que ganó la dirección de la formación en 2015, hace tiempo le reprocha que "haya entregado al partido a manos de la extrema izquierda". Un exabrupto que no se condice con la realidad y que exagera el programa tímidamente reformista del líder laborista.
Fue en esa tónica que mientras que Berger dijo que consideraba al laborismo de Corbyn "institucionalmente antisemita", por su aparente debilidad para atajar los ataques al sionismo, Chris Leslie sostuvo que el Laborismo "ha sido secuestrado por la máquina política de la izquierda dura".
Corbyn expresó su posición en la red social Twitter: "Estoy decepcionado de que estos parlamentarios se hayan sentido incapaces de seguir trabajando juntos por las políticas laboristas que han inspirado a millones desde las últimas elecciones (2017) y que vieron al partido aumentar su porcentaje (de votos) a su mayor nivel desde 1945", dijo Corbyn en un comunicado.
Por su parte la juventud del partido, que es la base fundamental de Corbyn, tildó a los diputados de "cobardes" y "traidores" y la plataforma Momentum (que trabaja en las campañas políticas del dirigente laborista) los acusó de querer devolver a la formación "a la era (del ex primer ministro Tony) Blair de privatizaciones y desgravaciones fiscales para los ricos".
El grupo de de diputados renunciante, que dispone ya de página web y cuenta en Twitter, presentó una Declaración de Independencia que regirá su actuación en el Parlamento, en la que se compromete a promover una política "basada en los hechos, no impulsada por la ideología".
Su marcha puede ser emparentada a otra sufrida por el Partido Laborista en 1981, cuando cuatro diputados abandonaron la formación para fundar el Partido Democrático y Social (SDP), que luego se convirtió en el actual Partido Liberal Demócrata.
Sin embargo por ahora parece más que nada un intento de marcar la cancha en el laborismo, frente a la crisis de los partidos tradicionales que han dado lugar al surgimiento de fenómenos políticos por derecha (como es el UKIP que fogoneó la salida del Reino Unido de la Unión Europea), o por izquierda como es la propia figura de Corbyn apoyada en el sentimiento antiestáblishment de amplios sectores de la juventud.
Corbyn por su parte hace equilibrio entre esa base ampliamente juvenil que se considera más progresista y un sector histórico de la base laborista que votó por el Brexit tras años de ser los "perdedores de la globalización". Ese sector, que fue seducido por las variantes populistas de derecha, es al que Corbyn aún les quiere hablar y por lo que sus definiciones sobre el Brexit y sobre un posible nuevo referéndum son tan difusas.

LID

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