Entrevista al economista político marxista Julio Gambina
M.H.: Se ha presentado un conflicto con la máxima empresa inversora en el país que es Tecpetrol, en relación a los subsidios por la producción de gas.
J.G.: Yo veo que el eje de la política de Macri y de Cambiemos es la cuestión energética con epicentro en Vaca Muerta. Incluso en el discurso por el tema del cambio climático y las energías alternativas, sea eólica o solar, es donde están los negocios del gobierno.
Todas las idas y vueltas, con subsidios incrementados, reducidos, tarifazos, es un combo completo y complejo. Ya van 3 secretarios de Energía que el gobierno cambia. Uno tiene que mirar este conflicto en el marco de la política energética de este gobierno que es de profundización de la privatización del modelo energético en la Argentina y de la extranjerización de la economía argentina.
Sin dudas la gran apuesta del gobierno es Vaca Muerta. En el Presupuesto aprobado para 2019 la única estrategia de crecimiento de la economía argentina es la exportación de producción petrolera. La gran apuesta es que crezca la producción de petróleo y gas en Vaca Muerta. Todas las negociaciones están planteadas allí. Incluso la empresa de gestión estatal YPF, que es una empresa privada, con presencia de capital extranjero, gestionada por el Estado, está avanzando en negociaciones con empresas petroleras mundiales para asegurar el avance de la producción en ese sector estratégico que es Vaca Muerta. Con lo cual cualquier tipo de conflicto o dificultad que se presente en estos momentos con cualquiera de las empresas asociadas al sector, está vinculado a estas negociaciones que, como dije, ya le ha costado la cabeza a varios de los funcionarios que vienen haciendo sucesivamente el trabajo sucio para avanzar con un proyecto estratégico de fondo.
Si en los últimos 15 años el eje del modelo productivo en la Argentina fue la soja, en este tiempo se adiciona en la estrategia de dominación capitalista en la Argentina el modelo energético. En todo caso incluí al modelo agrario de exportación de soja, y al modelo de producción y exportación de energía, la cuestión financiera, la sociedad con el FMI y los grandes capitales transnacionales en un momento coyuntural de relativa contención de la evolución del tipo de cambio y por eso hay una baja del riesgo país.
Pero en esos tres sectores, agro exportación, especialmente soja y sus derivados (aceite por ejemplo) más petróleo incluidas las energías renovables, y el sector financiero son los tres grandes sectores estratégicos de las clases dominantes que hoy gestiona el macrismo y en ese mecanismo aparecen conflictos porque hay un proceso de negociación entre los que mandan y acumulan en la Argentina.
M.H.: Me sorprendió un informe que dieron Diego Coats, economista jefe de la UIA, Pablo Dragún, director del Centro de Estudios de la central fabril y Gabriel Bieni, director de departamentos técnicos de la entidad, señalando que: “Puertas adentro la industria argentina tiene la mayor productividad de América Latina.” Inclusive citan un estudio de OCDE sobre América Latina que muestra que en promedio, la productividad puertas adentro de la industria argentina es la más alta, el doble que la de México, mejor que la de Brasil y la de Chile. “Puertas adentro hay buena productividad pero las políticas macroeconómicas cambian los resultados”, afirman.
J.G.: La productividad tiene que estar vinculada a inversiones pretéritas, mientras que las estadísticas macroeconómicas hablan de los resultados concretos. Por ejemplo, el INDEC dice que comparando diciembre 2017 con el mismo mes de 2018, el índice de producción industrial manufacturero cayó 14,7%.
M.H.: Pero por un lado se busca la modificación de los Convenios colectivos de trabajo porque dicen que la productividad industrial de la Argentina es baja y, por otro lado, esta información sostiene todo lo contrario.
J.G.: Hay dos tipos de industrias, industrias con fuerte innovación tecnológica, por ejemplo, la industria automotriz que tiene uno de los mayores niveles de productividad y es una de las industrias emblemáticas de la Argentina. Sin embargo, es una industria que macroeconómicamente en el lapso mencionado cayó 30,1%. El índice industrial manufacturero cayó 14,7% promedio, pero dentro de ese promedio el automotriz cayó más del doble. Y no hay dudas que la industria automotriz argentina tiene un importante desarrollo de su productividad.
Digámoslo de otra manera, hoy no se pueden fabricar autos, hay una cantidad de bienes como autos, computadoras, celulares, y una cantidad de cosas que se consumen a diario, que no pueden no tener la tecnología contemporánea en el mundo, por lo tanto, esas industrias han estado obligadas en los últimos años y el presente y el que viene, si quieren competir en el mercado mundial, porque no te olvides que el grueso de armado de automotores o de celulares se hace en la Argentina, se vende en el mercado mundial. El 70% de los autos que se arman en Argentina se venden en el mundo, el principal destino de lo que se arma en automotores se vende en Brasil. Entonces no se puede no ser competitivo.
M.H.: Incluso se han abierto mercados como Colombia en los últimos años.
J.G.: México también. Lo que quiero señalar es que al mismo tiempo hay una industria que abastece al mercado interno. Por ejemplo, muchos de nosotros consumimos el pan que se produce en la panadería del barrio, hay quienes consumen el pan industrial que se vende en los grandes centros comerciales, pero la panadería del barrio tiene un horno, equipamientos. Pongo el ejemplo del pan porque es algo de consumo cotidiano. Hay una gran cantidad de panaderías cerrando y cierran porque no pueden seguir el ritmo de la competitividad que exige el desarrollo de la productividad contemporánea.
Y la industria de alimentos y bebidas como parte del índice manufacturero en la Argentina también cayó de diciembre 2017 a diciembre 2018. Estoy hablando de una caída del 2,9% que es mucho menos que el promedio general, porque lo último que se deja de consumir son alimentos. Entonces no hay contradicción. Si una industria quiere mantenerse tiene que invertir. No todas las empresas pueden invertir, por eso las que cierran son las pequeñas, las microempresas, las medianas. Sólo pueden sustentarse las grandes.
M.H.: Cien mil asalariados industriales menos en tres años.
J.G.: Te corrijo. Ciento veintisiete mil menos. Los datos macroeconómicos son todos negativos, pero no hay que confundirse, el balance de esta macroeconomía en recesión con precios en alta e inflación tiene beneficiarios. Por eso digo que hay un sector hegemónico en Argentina que está ganando mucho dinero. Son los vinculados al sector financiero y a la especulación. Pensá que perciben tasas de interés en baja, pero está muy por encima de la evolución inflacionaria anual, muy por encima de la tasa de ganancia de cualquier sector de la economía. Por lo tanto, aquellos que especulan y tienen capacidad de inversión en el sector financiero, que pueden invertir como los bancos, por ejemplo, o grandes inversores que como el dólar está quieto traen sus dólares los cambian por pesos e invierten en pesos, están ganando mucho dinero.
Obviamente no son la mayoría, ni los que nos escuchan ni los que nos leen. La mayoría de la población argentina no es la que se beneficia con esta renta financiera elevada. Lo mismo ocurre con el gran rédito que generan el sector agroexportador principalmente vinculado a la soja y sus derivados y todo el sector que está vinculado a la energía, a la tradicional y a la alternativa. Nada tiene que ver esto con lo que le pasa a los pequeños productores que están en la zona sojera que están fundidos o pequeños y medianos del sector lácteo ya sea de producción primaria o agroindustrial, que tienen que ver con la producción de lácteos: leche, yogures, manteca, quesos.
Los beneficiarios son muy pocos. No nos tenemos que confundir, el gobierno de Macri, el PRO y Cambiemos viene a hacer esto que está haciendo. Generar las condiciones de un profundo ajuste para relanzar el orden capitalista en función de mejorar la rentabilidad del capital, que asocia esta relativa mejora en la productividad de la industria argentina, en la industria moderna, no en el resto de la industria tradicional pequeña y mediana. Más allá de estas condiciones macroeconómicas que no son favorables y que afectan a todo el sector.
La industria automotriz se ve afectada porque aunque sea poco lo que se arma y se vende en Argentina es mucho lo que se importa y se vende en el país y como caen las ventas, las empresas que viven de la venta de automotores en Argentina están preocupadas y lo que no pueden exportar intentan colocarlo en el mercado local. Por eso aparecen algunos descuentos. En el caso de los automotores, electrodomésticos, artículos para el hogar, donde se generan ofertas para sectores que tienen capacidad de pago.
M.H.: Te pido una última reflexión sobre Venezuela.
J.G.: Lo de la Argentina hay que verlo en relación a lo que pasa a nivel regional donde hoy el centro de la estrategia ofensiva de EE UU y sus socios en la región es voltear el régimen bolivariano y el gobierno de Maduro.
Si antes el mecanismo eran los golpes de Estado, como no pueden actuar con un golpe militar clásico en Venezuela, avanzan con esta estrategia diplomática que hasta ahora viene fracasando nada menos que en el Consejo de Seguridad de la ONU. No le fue bien a EE UU allí y tampoco en la OEA. Es importantísimo decirlo porque la empresa periodística tradicional, no solo la hegemónica, ocultan esta información.
Se dice que es un gobierno sostenido por las Fuerzas Armadas. Yo estuve en la puerta de la embajada estadounidense y el operativo policial era inmenso. Me animaría a decirte que similar al operativo que vimos en la cumbre del G20. Desmedido. El operativo que hubo en la marcha que se realizó desde la Facultad de Derecho hasta la embajada estadounidense demuestra que el gobierno de Macri también está sostenido por las fuerzas de seguridad. El tema es que en Venezuela hay un crecimiento de la movilización popular en defensa de su soberanía y su gobierno legítimo.
Yo creo que la preocupación de Venezuela es por los recursos naturales, principalmente el petróleo, pero sobre todo por una definición que le cuesta mucho llevar a cabo, que es la de construir el socialismo del siglo XXI como en su momento formuló Chávez. O simplemente un proyecto político y económico boicoteado desde EE UU a punto tal que le está incautando los activos venezolanos en EE UU.
M.H.: Y también Inglaterra incautó oro venezolano.
J.G.: Hay que ver cómo va a evolucionar eso porque EE UU necesita del petróleo venezolano, es una parte de lo que importa diariamente. Hay una situación abierta, es importante seguirla. Es muy bueno discutirlo y no hay muchas voces que hoy confronten con la estrategia intervencionista de EE UU y sus socios en la región y hace falta darle muchos argumentos a la sociedad en general para que vea lo que representa esta maniobra que cuenta con el beneplácito de un conjunto de medios de comunicación y sus comunicadores, no necesariamente de la corriente hegemónica, hay mucho periodista útil desinformando.
M.H.: Y mucho turista político también.
J.G.: Por supuesto.
Mario Hernandez
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