Si no les da plata, el aumento de la esperanza de vida y de la calidad de nuestras vidas, no tiene para los empresarios ningún sentido ni significado.
“Tenía poco sentido comercial”. Por ese motivo, la farmacéutica Pfizer interrumpió una investigación que hubiera permitido avanzar en la prevención del Alzheimer. Pocas veces alguien logra sintetizar en cuatro palabras, tan claramente, todo lo que está mal en el mundo.
Según reveló The Washington Post, esa fue la explicación de un ex ejecutivo de la empresa. La noticia generó mucho repudio en la comunidad científica. Los científicos que trabajan para Pfizer investigaban un producto analgésico llamado Enbrel.
Mientras avanzaban, descubrieron que podría ser útil para prevenir el Alzheimer. Ante la hipótesis, solicitaron a la compañía continuar con el proyecto y desarrollar los estudios.
La empresa evaluó dos cosas: el costo que le implicaría y la poca ganancia que le generaría, dado no podría tener patentes exclusivas del producto. ¿Qué decisión tomó? Lógicamente, les dijo que no a los científicos y decidió no poner un centavo.
Lógicamente, claro, si aplicamos “el sentido comercial” de los empresarios. Si pensáramos como piensan ellos. No los mueve la compasión, ni la solidaridad, ni la pasión por el desarrollo científico. Solo los mueve la ganancia capitalista. Y contra todo discurso corporativo moralmente correcto, sobre que hay cosas que valen más que el dinero, como la salud y la vida, acá tenemos la muestra evidente de que eso es lo que dicen, pero no lo que hacen.
Capaz alguien tenga ganas de justificarlos porque en última instancia, sería su plata y tienen derecho a elegir dónde usarla. Pero Pfizer no se quedó ahí sino que tomó una decisión más perversa: escondió los resultados con la pista que tenían los investigadores. Se quedó con el descubrimiento que desarrollaron otros, a partir de datos e información que obtuvieron de los cuerpos de otros.
No queremos su demencia
Según la edición de 2018 del Informe mundial sobre el Alzheimer, cada tres segundos una persona desarrolla demencia en el mundo. El Alzheimer es la forma de demencia más común. En este documento la Alzheimer’s Disease International (ADI), analiza si la solicitud de la comunidad científica "de más financiación para la investigación sobre la demencia sigue siendo relevante y cuánta relevancia tiene”. Una persona cada tres segundos. 20 por minuto. 1200 por hora. ¿Seguimos? ¿Cómo puede no ser esto suficiente motivo para impulsar la investigación?
En Argentina, uno de cada ocho mayores de 65 años tiene algún tipo de demencia. El Alzheimer, que representa alrededor del 70 % de los casos, afecta a unas 500 mil personas en el país y sus familias. Según la Asociación Internacional de Alzheimer, en 2015 había 503.000 personas con demencia en la Argentina y el número se incrementará a 1.181.000 personas para 2050.
“Pfizer se retiró de la investigación sobre el Alzheimer a principios de año y hay algunas indicaciones de que otros laboratorios piensan hacer lo mismo”, plantea el informe citado. También arroja otro dato desalentador: “desde 1998, se han realizado más de 100 intentos para crear un medicamento efectivo para la enfermedad, pero solamente se han aprobado cuatro de ellos”.
Los investigadores observan que “el número de personas con demencia está aumentando rápidamente en los países de renta media y baja porque está aumentando la esperanza de vida”. La posibilidad de vivir más años se alcanzó a lo largo de las décadas, gracias al avance de la medicina y la ciencia en general. Ahora bien, gracias a la lógica de los empresarios y a su sentido comercial, en la mayoría de los países esto no se traduce en una mejor calidad de vida de las persona mayores. Por el contrario.
El capitalismo hace bolsa todo lo que la humanidad es capaz de hacer bien. En Argentina por ejemplo, una de las discusiones que se dio en los últimos años fue el aumento de la edad jubilatoria. Los patrones y el Estado quieren explotarnos durante más años, lo más cerca posible de la muerte. Si no les da mayor perspectiva de ganancias, el aumento de la esperanza de vida - de nuestras vidas - no tiene para ellos ningún sentido ni significado. Desde esta óptica también puede entenderse por qué no les interesa la investigación para mejorar la salud de las personas mayores.
Juana Galarraga
@Juana_Galarraga
Jueves 6 de junio | 23:01
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