martes, mayo 27, 2025

SIDE libertaria


Los libertarios se han despachado con un plan de inteligencia que habilitaría tareas de espionaje interno (prohibido por ley) sobre ciudadanos que puedan “erosionar la confianza” en los funcionarios del oficialismo o “generar pérdida de confianza” en el plan económico. Toda una confesión de parte de los liberticidas.
 La Nación, a través de Hugo Alconada Mon (que en las últimas horas quisieron hackearle las redes sociales y fue amenazado), sacó a la luz que el gobierno nacional ha elaborado un Plan de Inteligencia Nacional (PIN) para la SIDE, en el que se fijan los ámbitos de acción de la agencia de inteligencia, que, en principio, son comunes a lineamientos de gobiernos anteriores, como la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y resguardar los intereses argentinos del Atlántico Sur y la Antártida. Pero, a su vez, el documento de carácter secreto plantea nuevas directrices orientadas a monitorear la manipulación de la percepción pública y, ante esto, la posibilidad de llevar adelante un espionaje interno contra periodistas, economistas, académicos, activistas, organizaciones sociales y todo aquel que ose criticar la investidura presidencial y, sobre todo, su plan económico. 
 Sergio Neiffert, hombre de confianza de Santiago Caputo y cabeza de la SIDE, junto a su séquito, fueron los encargados de escribir el documento de 170 páginas en las que se plasman los intereses estratégicos del país y los objetivos generales de inteligencia. Lo estratégico para los libertarios es asestarle una derrota histórica a la clase obrera y hacer pasar el plan de guerra de Milei–Caputo contra las masas. Es con esta perspectiva que le dan súper facultades a la SIDE, que, a partir de ahora, está habilitada a juntar información de quienes busquen desestabilizar al gobierno y socaven la confianza de la opinión pública sobre funcionarios. Básicamente todo aquel que realice críticas o lleve adelante acciones contra las políticas del gobierno y sus consecuencias, están sujetos a quedar bajo el espionaje de la SIDE libertaria. 
 El gobierno busca neutralizar las críticas sobre el delicado sendero económico por el cual transitan Milei y Caputo, su talón de Aquiles. En este sentido, la SIDE tendrá vía libre para realizar espionaje y perseguir a todos aquellos “que generen o puedan generar una ‘pérdida de confianza’ en las ‘políticas económicas’ del Gobierno, sin tampoco precisar quiénes podrían quedar bajo la lupa.” (La Nación 25 /5/2025) 
 Los “reyes del algoritmo” y de las fake news, colocan en el documento secreto, como “sujetos de interés de la SIDE” a aquellos que durante procesos electorales lleven adelante campañas de “desinformación”, manipulando de esta manera a la opinión pública. Por la ambigüedad del documento no queda claro si las acciones de la SIDE se abocarán a contrarrestar la injerencia de actores externos o se centrarán en perseguir a analistas y periodistas que el gobierno considere que difunden y promocionan información falsa, por medio de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, que tengan como fin distorsionar la percepción, y, por ende, afecten los procesos “cognitivos” de la opinión pública. Todo esto se da en medio de una escalada, encabezada por el propio Milei, contra los periodistas que no comulgan con el discurso oficial de la pandilla libertaria. 
 El Plan de Inteligencia libertario choca de lleno con las últimas medidas tomadas por el gobierno en relación con el blanqueo de capitales anunciado por Toto Caputo, ya que uno de los focos de interés de la SIDE es la investigación sobre la evasión y lavado de activos, medidas pedidas hasta por el propio FMI que se basen en las leyes internacionales. 
 El rol central que juega la SIDE para el gobierno de Milei se evidencia en las asignaciones presupuestarias que ha recibido. A los millones de pesos destinados para la agencia de inteligencia en lo que va de mandato, a principios de mayo recibió una nueva partida por el monto de $25.250, llevando el presupuesto solo para este año, a $80.872 millones, de los cuales $13.436 millones son destinados a “gastos reservados”. Así, Santiago Caputo está sentado arriba de una caja que utiliza de manera discrecional para llevar adelante todo tipo de tropelías desde los “sótanos de la democracia”. 
 La iniciativa fascistizante del gobierno nacional se enrola en la puesta en pie de un Estado policiaco que garantice hacer pasar el ajuste contra los trabajadores. El PIN aún debe pasar por el Congreso, pero la lucha contra el Estado policial no va a salir de la rosca de los partidos burgueses en el Parlamento o fuera de él. Es necesario plantear la apertura y desclasificación de los archivos en manos de los aparatos represivos del Estado y su consecuente desmantelamiento. 

 Lucas Giannetti
 27/05/2025

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