lunes, diciembre 25, 2017

Abel Albino: el operador del Opus Dei y Monsanto y el negocio de la primera infancia



Los convenios del reaccionario presidente de la Fundación Conin con el Estado

Varios medios gráficos y colectivos docentes se han hecho eco en las últimas horas de un nuevo convenio entre la Fundación CONIN y el Ministerio de Educación para “colaborar” con los problemas de mal nutrición de la primera infancia y mejorar la educabilidad de los niños de 3 a 5 años.
Con justa razón, todos ponen el eje en la visión ultra católica y retrograda de Abel Albino, un médico perteneciente al Opus Dei quien ya dejó por escrito de su ideología en un pasquín titulado “Gobernar es poblar. ¿Paternidad responsable o fornicación asistida?”, en el que vuelca sus "conceptos" acerca de la homosexualidad como enfermedad y su encono hacia la educación sexual, propagandizando la virginidad y la sumisión de la mujer con respecto al hombre. Pero además, debemos sumarle una postura biologicista de la pobreza que entronca perfectamente con los nuevos lineamientos del macrismo con respecto a la salud mental y el concepto de inteligencia en educación: Albino llega para ocuparse de los cerebros de la futura mano de obra a la cual se nombra como capital humano. Sin embargo, no sólo el macrismo financia a este fascista: desde hace años los gobernadores de Mendoza y Salta (Urtubey, en ese momento FPV) y el kirchnerismo a través de programas nacionales, vienen trabajando con CONIN.
Albino ya había sonado para ocupar un cargo ministerial pero debido a la catarata de denuncias el ofrecimiento del cargo fue puesto en el freezer. Esto no impidió que Carolina Stanley le destinara cien millones de pesos entre los años 2015 y 2016 para abrir centros CONIN (Télam, 27/04/16), tercerizando así la atención primaria de la salud de cientos de madres y niños de bajos recursos en manos de sectores retrógrados que se oponen a la anticoncepción y consideran a esas madres incapaces de criar a sus hijos sólo por el hecho de ser pobres. Como otras sectas religiosas, el Opus Dei se beneficia, para su trabajo de penetración ideológica entre los trabajadores más carenciados,con fondos del Estado.
Pero no se trata sólo de un problema ideológico o moral. El proyecto nutricional de Albino cuenta con el aval nada menos que de Monsanto quien también financia su fundación por medio de organizaciones intermedias y sponsorea sus charlas en el interior. Una multinacional denunciada internacionalmente por destrozar la salud de millones de niños por medio de sus agrotóxicos y el monopolio de las semillas estaría interesada en la nutrición infantil. Según la propia página de CONIN, también estarían interesados en la salud alimentaria de la infancia Carrefour y el Banco Galicia, quienes por medio de sus fundaciones blanquean y desvían fondos sin ningún tipo de control.
También existen convenios provinciales y, en el caso de CABA actúan dentro de los Centros de Primera Infancia, denunciados hasta por la Defensoría del Pueblo como antros insalubres manejados por fundaciones dudosas (varias de ellas confesionales) y a cargo de docentes precarizados con el fin de abaratar la educación de la primera infancia y mantener un público cautivo de los punteros barriales. La fundación de Albino cuenta entonces con fondos de grandes multinacionales, del Ministerio de desarrollo Social y del Ministerio de Educación. Una masa de dinero enorme.
La fundación del ultramontano Albino se integra al proceso –de alcances internacionales, promovido por el Banco Mundial– de convertir los sistemas de salud y educación en enormes mercados de tercerización que funcionan gracias a los millones de pesos que se inyectan desde el Estado, los mismos que se niegan al presupuesto educativo y de salud. Los llamados "cuasi mercados" han encontrado un nicho sustentable en la miseria a nivel mundial por medio de fundaciones que bajo la excusa de combatir el hambre blanquean fondos del narcotráfico y generan enormes ganancias gracias a los bajos costos y la precarización de pasantías y voluntariados de sus trabajadores en todo el mundo
La regimentación de la maternidad y la infancia, el control moral que opera la religión, la falsa visión neurocientífica, son los instrumentos psico-sociales para regimentar a millones de trabajadores en la doctrina de la sumisión, funcional a la creación de un ejército de mano de obra precarizada.

Lidia Sonenblum

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola gracias por interesarte en la nota y conservar la firma pero estaría bueno que aclares que pertenece a Prensa Obrera