martes, diciembre 19, 2017

Viva la lucha de los trabajadores contra el saqueo jubilatorio



Abajo la represión, libertad a los detenidos

1.-La feroz represión que el gobierno de Macri desató el jueves pasado no amilanó al pueblo argentino, que hoy se volcó a las calles en una magnitud muy superior a la de aquella jornada. La Plaza Congreso fue literalmente colmada por numerosísimas columnas obreras –entre ellas, de la UOM, de los sindicatos docentes como Suteba, UTE, Amsafé, Ademys, de Foetra telefónicos, de Apuba no docente, de gráficos, de ATE, del Neumático, de docentes universitarios, e infinitas representaciones fabriles que concurrieron por determinación propia y numerosas columnas de las organizaciones de desocupados, como también de sectores del movimiento estudiantil. Por eso la jornada constituyó una verdadera rebelión de la clase obrera –en primer lugar, contra el pacto del macrismo y los gobernadores, los cuales, a pesar del creciente repudio popular, defendieron cerradamente la decisión de confiscarle a los jubilados argentinos $100.000 millones de sus haberes sólo en el año 2018. En segundo lugar, una rebelión contra la propia CGT, cuyo triunvirato en vez de organizar un verdadero paro activo capaz de volcar todo el peso de la clase obrera contra el saqueo previsional, anunció un paro tardío y mandó a los trabajadores a sus casas, cuando la sesión convocada para votar la ley oficial ya era un hecho. Mal que le pese a la cúpula cegetista, los trabajadores colmaron la plaza Congreso. Tras la represión, un cacerolazo y bocinazo se hizo oír al caer la noche en numerosas esquinas de la Ciudad de Buenos Aires.

2.- El bono burla impulsado por Carrió sirvió para rescatar el paquetazo y fue la excusa para la entrega de los gobernadores del PJ, incluida la propia Alicia Kirchner. Aunque el rechazo popular a la reforma antijubilatoria resulta manifiesto, el gobierno de Macri y sus socios –todos los que firmaron el ´pacto fiscal´ que incluye el saqueo jubilatorio- decidieron avanzar literalmente a sangre y fuego con esta ley reaccionaria. En efecto: el pacto del recinto fue acompañado desde afuera con una nueva represión feroz, como toda respuesta a la presencia de las columnas obreras. Durante horas, la Policía de la Ciudad descerrajó gases, balas de goma y palos contra los manifestantes de las más diversas organizaciones y sindicatos. Los medios afines al gobierno, que ocultaron esta acción represiva llevada adelante con todo el peso del Estado, no tuvieron empacho, en cambio, en denunciar a manifestantes que apelaban a los recursos más elementales para defenderse de la represión estatal. Nosotros, el Partido Obrero, denunciamos al Estado represor y defendemos al joven, el trabajador o el jubilado al que le confiscan sus derechos previsionales y también el más elemental de los derechos –el derecho a movilizarse y a luchar por sus aspiraciones. Denunciamos la represión, hacemos responsable al gobierno por todos los heridos de la jornada y exigimos la inmediata libertad de todos los manifestantes detenidos. En estas horas, ya disueltas las movilizaciones, se está ejecutando una verdadera cacería en el centro porteño- exigimos el fin inmediato de estas intimidaciones, que han impedido incluso que trabajadores retornen a sus casas o lugares de trabajo.

3.-En las calles y en la sesión, el Partido Obrero-integrante del Frente de Izquierda- desenmascaró este operativo confiscatorio contra trabajadores y jubilados. En el recinto, nuestra diputada Romina del Plá exigió primero el retiro inmediato del proyecto, y un plebiscito para que el pueblo se pronuncie sobre el saqueo previsional (la votación fue 136 a 108 en contra de la consulta popular). Luego, y ante las acusaciones de Elisa Carrió –que pretendió presentar a la movilización masiva como una conspiración contra el gobierno –Romina señaló que la única conspiración en curso era la del gobierno y el FMI contra los derechos jubilatorios. De ese modo, interpretó el verdadero levantamiento popular que tenía lugar en ese mismo momento en las calles y denunció la tendencia a un Estado de excepción en todos los planos y especialmente en el represivo, mediante una democracia de infantería contras las luchas populares.

4.-La jornada de hoy ha quedado inscripta como una de las grandes gestas del pueblo argentino –en la saga del Cordobazo, de las grandes huelgas de 1975 contra el Rodrigazo, de la rebelión de 2001 contra De la Rúa Cavallo o la jornada del Puente Pueyrredón en 2002. Se puso de manifiesto el antagonismo irrevocable entre un régimen social y político confiscatorio, de un lado, y la mayoría trabajadora que se opone crecientemente a esa confiscación, del otro. Y como en aquellas otras gestas, se expresó la tendencia de la clase obrera a superar a sus direcciones sindicales y políticas tradicionales.
El robo a los jubilados será servido en bandeja a los personeros del capital internacional. Pero no bastará para rescatar a un régimen crecientemente hipotecado. Para los trabajadores, las conclusiones que deja este gran episodio de su lucha van a conducir a reforzar una conciencia y una organización política propia, contra los gobiernos y partidos del capital. ¡Viva la lucha contra la reforma previsional! Libertad inmediata a los presos.

Comité Ejecutivo del Partido Obrero, 18 de diciembre de 2017, 20 30 hs.

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