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martes, diciembre 19, 2017
Ópera en el Colón: El hombre que amaba a los perros
Del 5 al 7 de diciembre se realizó en el Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC) una ópera que adapta el conocido libro de Leonardo Padura.
Del libro a la ópera
El libro de Padura, escritor cubano, fue publicado en 2009 y tuvo amplias repercusiones y reconocimientos, especialmente por su estilo literario. La novela entrelaza la vida de tres personajes (un escritor frustrado, Mercader y Trotsky) que son contados paralelamente en distintos capítulos.
El guión y la música de la adaptación del libro a la forma operística fueron realizados por un artista argentino educado y radicado en Francia Fernando Fiszbein, el conjunto musical Ars Nova (11 instrumentos) y 4 cantantes y un recitante (todos extranjeros) que interpretan los papeles de Ramón Mercader/Jacques Monard (Bajo barítono), Caridad del Río (madre de Ramón) y Madeleine Paz (soprano), Maurice Paz (contratenor), León Trotsky (tenor). El recitante le habla directamente al público, lo interpela. La que se interpretó estos días es la Primera parte de la obra. La segunda será presentada en 2019.
Una breve descripción de la ópera
La obra es una ópera de cámara (para espacios pequeños) con un lenguaje musical contemporáneo al que muchos oídos (a pesar de su larga existencia) aún no están acostumbrados. Comienza con una introducción, luego una obertura (instrumental) y actos o espacios relativamente separados. Se suceden al mismo tiempo relatos diferentes y simultáneos. Según el autor de la ópera se trata de tres historias trágicas y, siguiendo relativamente la estructura del libro “Esto me permitirá ofrecer al público una visión simultánea, aunque no sincrónica”. En realidad, la vida más trágica pero a su vez más revolucionaria fue la de Trotsky. En el libro esta historia aparece más desarrollada. Igualmente se hace un contrapunto entre los tres personajes donde el que tiene más peso es el personaje del asesino, Mercader.
La obra comienza con la expulsión de Trotsky por Stalin a Alma Ata (URSS). Se pregunta cómo el dirigente de la Revolución de Octubre junto a Lenin, el creador del Ejército Rojo, ha terminado en esa situación. La respuesta parece ser la gran ambición de Stalin. Y esta es la interpretación de Leonardo Padura (muy alejada de la de Trotsky). De pronto en la pantalla, Trotsky da un discurso en francés sobre la Oposición de Izquierda. Maurice y Madeleine Paz diciéndose simpatizantes de Trotsky lo vistan cuando él ya se encuentra expulsado de la URSS. En la isla de Prinkipo. Le dicen a Trotsky que con su prestigio tiene un futuro prometedor. Por otro lado, Caridad del Río (la madre de Mercader) siguiendo órdenes del estalinista Kotov comienza a preguntar a su hijo Ramón que estaba luchando en la guerra civil española, hasta dónde está dispuesto a entregarse a la revolución. Ramón primero piensa que la mejor forma de luchar por la revolución está en España, pero presionado por su madre acepta la misión sin conocer su objetivo. Por otro lado el escritor frustrado comienza a recordar la historia de ese "viejito" que paseaba con sus dos galgos y le empezó a contar la historia de Mercader (sin identificarse).
Volviendo a Trotsky, los antiguos aduladores de Trotsky Maurice y Madeleine Paz le escriben desde Francia una carta para decirle que en realidad se encuentra completamente aislado y ha sido olvidado su rol en la revolución. Enfadado, Trotsky se despide del matrimonio ya que en medio de las acusaciones estalinistas a él y sus seguidores, no los defienden ni demuestran ninguna confianza en el futuro de la revolución.
Finalmente Trotsky aparece en su exilio mexicano, donde será asesinado por Mercader/Monard. Un elemento que no aparece en el libro de Padura es introducido por el autor de la ópera: a partir de su estadía en México, Trotsky comprende por qué los hombres en ciertas culturas adoran las piedras.
Nuevamente aparece en la pantalla un discurso de Trotsky en inglés a la Comisión Dewey que hará un Contrajuicio (a los juicios estalinistas de Moscú), aunque la ópera no dice su veredicto: Inocente. Mercader termina asestando el piolet en la cabeza de Trotsky, no puede olvidar su grito desgarrador ni la mordida en su mano que le quedó para siempre. Trotsky advierte que no lo maten para que hable. Mercader es condenado en México a veinte años de prisión. Nunca confesó su verdadero nombre ni porqué asesinó a Trotsky. Pero siempre se preguntó qué hubiera pasado si ante la pregunta de su madre hubiera dicho no.
El conjunto instrumental a través especialmente de construcciones rítmicas acompaña los distintos climas de las situaciones. Así, en los momentos de mayor tensión, el pianista (de un piano preparado) da fuertes y agudos mazazos a su costado. Los videos de Trotsky son acompañados por un solo instrumento que sigue su pronunciada entonación de oratoria. Una pantalla de fondo destaca los textos, los integrantes y las filmaciones de Trotsky. La ópera trata así de ligarse a la arquitectura de trama de Padura.
El guión resume cientos de páginas y una de las vidas más importantes del siglo XX como Trotsky. Siendo fiel a la posición de Padura, más allá de que se puede acordar o no con ella. La dirección orquestal, el conjunto instrumental, los cantantes y el recitante impecables. En algunos de los relatos se escucha la voz cubana de Leonardo Padura.
Una experiencia interesante
El CETC funciona en un sótano en el lado de Tucumán del Teatro Colón. Con grandes columnas no tiene butacas fijas ni numeración. Lo que permite distintas escenografías, ubicación del público, combinaciones de distintas ramas artísticas.
Antes de entrar vi que en la fila había varios compañeros del PTS. No fue mi primera asistencia, pero sí para muchos de estos compañeros. Incluso algunos no sabían que era una ópera contemporánea. Algunos se sorprendieron, a otros no les gustó, pero a poco de empezar el espectáculo, noté que al lado mío se había sentado un joven que había saludado a un compañero del PTS. Nos saludamos y me contó que es obrero y para él era su primera asistencia al Colón. Le pregunté si había escuchado música contemporánea y ante su respuesta negativa, le dije que le iba a sonar “un poco rara...”. No había leído el libro de Padura pero conocía más o menos la historia. Le dije que para mí el libro aunque tenía tres personajes centrales el centro estaba puesto en Mercader, el asesino y no en Trotsky que es el personaje más fascinante. Incluso que Padura, al ser una novela histórica (ampliamente documentada según cita en el libro), se da la licencia de hacer ciertas interpretaciones que no se corresponden con la verdad histórica. El compañero me contó que a él le costaba mucho leer al principio, pero que ahora estaba leyendo la última publicación del IPS, Diez días que conmovieron al mundo.
Para mi sorpresa, al compañero le gustó mucho la obra, incluso la música. Y dijo que ahora quería conocer la sala principal del Colón. Y que también iba a leer más las notas de historia de LID. Me fui muy contenta por la ópera, pero sobre todo por haber conocido a este compañero obrero que aspira a lo mejor de la cultura que se apropian unos pocos, como pasa con la mayoría de las riquezas en general en el capitalismo. Una razón más para luchar contra este sistema y continuar el camino de Trotsky (que también amaba a los perros…).
Gabriela Liszt
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