jueves, marzo 14, 2019

Con poca afluencia en las calles, Guaidó vuelve a hablar contra Cuba y alude a la intervención extranjera



La movilización impulsada por oposición derechista estuvo lejos de las pretensiones de la convocatoria realizada por Guaidó.

La oposición derechista había convocado a manifestaciones para este martes, pero terminaron siendo pequeñas concentraciones en diversos puntos de Caracas. Guaidó recorrió alguna de ellas para tomar la palabra. Todo estuvo reducido a lo que dijera el autodeclarado “presidente” de Venezuela, bien alineado con Estados Unidos.
“Convoco a la calle mañana (martes 12) a partir de las 3 de la tarde toda Venezuela a las calles, en su avenida más cercana para mostrar el rechazo absoluto al régimen usurpador y a su mal manejo del sistema eléctrico”, había dicho Guaidó durante la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional realizada este lunes. Desde allí afirmó que dichas movilizaciones serían “el principio de lo que luego se convertirá en una gran movilización nacional”.
Pero tal llamado de “Venezuela a las calles” o “tranca tu calle” en verdad no tuvo el eco anunciado este martes. Los que asistieron, en los distintos puntos en lo que habló Guaidó, no escucharon nada nuevo o diferente a lo que haya manifestado el día anterior. Buscó hacer uso del gran drama social y de los padecimientos del pueblo venezolano, sobre todo por los casi cinco días del prolongado apagón eléctrico nacional, que en buena parte del país han sumado casi cinco días continuos y sin llegar estabilizarse aún a nivel nacional.
Tal como lo había anticipado en un twitter, este martes volvió a declarar que lo de este día es para preparar una “gran manifestación” a Miraflores, la casa presidencial. “Pronto vamos a ir a buscar nuestra oficina en Miraflores”, "cuando tenga a las Fuerzas Armadas completamente alineadas (a su favor)”. Sin embargo, no detalló absolutamente nada respecto de su ruta a más de un mes y medio de haberlo anunciado y autoproclamarse “presidente encargado”.
Guaidó reiteró lo dicho el lunes, que había ordenado no enviar petróleo a Cuba. “A los cubanos les tengo un cuento: se les acabó el petróleo, la necesidad de este pueblo es prioridad”, dijo el cínico de Guaidó. Pero es pura hipocresía. Hace poco anunció, que hará uso de las cuentas y activos venezolanos incautados por Estados Unidos, como los de la petrolera Citgo, para garantizar los pagos de intereses de la deuda externa de un bono que vence en abril. Pero, ¿no es que el “pueblo es prioridad”?, la prioridad son los buitres y acreedores internacionales. Qué rápido se le cae la máscara.
Lo que en verdad quiere Guaidó es estar alineado a la política imperialista hacia Cuba. Más de lo mismo: aprovechar la catástrofe económica y social para justificar sus políticas a favor de los intereses de Estados Unidos. Por eso sus declaraciones están en total consonancia con las declaraciones del gobierno de Trump, y coincidiendo casi al dedillo con las declaraciones del Secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo.
Más aún, este martes declaró que sus “aliados internacionales” lo iban a apoyar para cumplir dicha orden. La única manera de “hacer cumplir” esa “orden” vía sus aliados es el bloqueo a tanqueros petroleros que se dirijan a la isla, y el único con la capacidad para hacerlo es Estados Unidos.
No casualmente, el mismo lunes cuando Guaidó realizaba dicho anuncio, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, aludía a que Estados Unidos impondría sanciones a quienes violen la orden del “presidente interino de Venezuela”, Juan Guaidó, con respecto a la suspensión de las exportaciones de petróleo de este país a Cuba.
“La Asamblea Nacional venezolana ha decretado la suspensión de las exportaciones de crudo a Cuba tras el colapso de la red eléctrica nacional. Las compañías de seguros y los portadores de banderas que facilitan estos envíos a Cuba están ahora en aviso”, comentó Bolton en su cuenta de Twitter.
No dejó de hacer alusión a la amenaza de pedir la intervención militar extranjera, declarando que “A los que piden la aplicación del artículo 187 de la Constitución: hemos dado pasos responsables, no tengan dudas de que no nos temblará el pulso para ejercer nuestras competencias”. Este artículo le da “atribuciones” a la Asamblea Nacional, de la cual Guaidó es presidente, para llamar a una “intervención militar extranjera”, sin más vueltas.
Aun que no parece que puedan “aplicarlo” ya mismo, y más bien la están guardando para un momento decisivo, su sola invocación muestra que están preparando el terreno para una nueva ofensiva con una mayor injerencia de Estados Unidos. Ya antes, frente a la Asamblea Nacional, como parafraseando a Donald Trump, Guaidó había afirmado que “todas las soluciones están sobre la mesa”.
Todas las “soluciones” u “opciones” en palabras de los yanquis, están en total alineamiento automático con Estados Unidos y no son más que la confirmación de la unidad de intereses entre el golpista Guaidó y el injerencismo estadounidense, con el apoyo de la derecha regional y el Grupo de Lima. No hay ningún interés por las calamidades del pueblo trabajador, y menos cuestiones de democracia, basta dar una mirada en cualquiera de los países en los que ha intervenido el imperialismo.
Por eso hay que repudiar todas las sanciones económicas, como la anunciada sobre PDVSA, que ha llevado al descaro de hacerse de los activos y cuentas líquidas extraterritoriales de Venezuela, y todo el conjunto de medidas que están o piensan aplicar. Así como repudiar cualquier intento de intervención imperialista más descarada como a la que hace alusión Guaidó y con la que ha amenazado Trump, que solo traería mayores penurias y mayor dependencia de los Estados Unidos.
No se trata más que de una política recolonizadora. Esto no significa el más mínimo apoyo político al gobierno de Maduro, que solo ha hecho agudizar la situación desesperante, en medio del gran drama nacional que se vive, aplicando políticas de ajuste que descargan la crisis sobre el pueblo trabajador.

La Izquierda Diario Venezuela
@LaIzqDiario_VE

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