Entrevista a Guillermo Almeyra, editorialista internacional de La Jornada (México)
M.H.: Quería referirme a un tema que tengo en carpeta hace tiempo, pero que particularmente está resonando mucho en nuestro país en este momento, por el lado de la oposición a la administración de Cambiemos, en particular de Roberto Lavagna y Axel Kicillof que plantean que es fácil salir del ajuste al que nos ha sometido el FMI y dan como ejemplo el caso de Portugal.
G.A.: Yo soy amigo de algunos de los dirigentes del Bloque de Izquierda de Portugal que están en el gobierno y en general coincido para referirme a la Argentina, con lo que escribió un economista del FIT, Esteban Mercatante. Me parece que va por lo esencial, en primer lugar en Portugal a diferencia de la Argentina la recuperación y reorganización de 2015 no estuvo ligada al FMI. Al contrario, el gobierno anterior había hecho desastres para cumplir con la UE, un ajuste brutal, había pasado la semana laboral de 35 a 40 horas. Había rebajado los salarios, las jubilaciones, había duplicado el IVA que llegaba al 23%, había eliminado el aguinaldo, las indemnizaciones por despidos, había aumentado la edad jubilatoria, reducido las vacaciones y había caído brutalmente el PBI. Pero el acuerdo con la UE terminó y eso hizo posible que el gobierno de Antonio Costas apoyado por el Bloque de Izquierda de la izquierda revolucionaria en general y por el PC portugués tuviera la posibilidad de reorganizar algunas cosas.
Lo primero que hicieron fue aumentar los salarios, eliminar los impuestos a los ingresos, nuevamente llevar la semana laboral a 35 horas y aumentar las jubilaciones y el salario mínimo. Además el gobierno, como habían hecho tanto Lula como Néstor Kirchner con el FMI, le pagó a la UE por anticipado para reducir el monto de los intereses de la deuda.
Portugal desde 2015 hasta ahora aprovechó una situación relativamente favorable, el petróleo era barato por la crisis, por menor actividad; el auge del turismo, porque siendo un país muy lindo y además cerca de los demás países, se llenó de turistas europeos. La instalación masiva de jubilados de otros países cuyas jubilaciones no les bastaban para vivir en Francia o Italia les sobraba para vivir en Portugal, la construcción que fue desarrollada por esa instalación de decenas de miles de extranjeros, un aumento del consumo de productos de mayor calidad y tuvo un auge entonces que todavía mantiene.
Pero eso se está acabando, porque la recuperación económica en Europa es relativa y en vísperas de una crisis bancaria más aún. La recuperación económica ya ha hecho que el petróleo aumente, ya está encareciendo la vida y la mano de obra en Portugal, entonces hay presiones que están produciendo diferencias internas tanto en el Partido Socialista como en el Partido Comunista y también en el mismo Bloque de Izquierda en cuanto a las políticas a seguir.
Es decir, en realidad Portugal, a diferencia de Argentina, no tiene que salir del FMI porque no está, no está comprometido. Entonces la situación es completamente diferente. En Argentina el FMI va a cobrar hasta el último centavo y va a imponer sus condiciones. La única forma de que Macri pueda responder a las presiones del FMI es con mayores ataques al trabajo y a la fuente de trabajo, mayor desocupación, rebaja de los salarios reales, rebaja de los salarios indirectos, educación, sanidad, transporte, infraestructura. Es decir, una recesión grave, todavía más grave que la actual. Sobre todo porque la política de Macri ha empeorado gravemente la situación en la Argentina, que ya era mala con el gobierno de Cristina Kirchner.
Ha cambiado la situación. Estamos a escala mundial en una perspectiva de continua baja de los precios de las materias primas, de pelea entre EEU U y China por la hegemonía comercial y la posición de Macri de alineamiento con EE UU le hace bastante difícil conseguir inversiones chinas en infraestructura o en servicios importantes, en el mismo momento que los hospitales son un desastre, las escuelas se derrumban, las carreteras y las calles están llenas de pozos. No hay una acción del Estado que dinamice la economía.
Yo creo que ese es el problema central, ni el momento internacional, ni la situación de Portugal son las mismas que la de Argentina. La Argentina está en una situación muy grave de la cual a mi juicio solo puede salir no pagando la deuda y haciendo frente al FMI con una ruptura y recuperando todos los capitales que pueda que se han fugado del país que son mucho mayores al monto de la deuda y contando con una reestructuración y planificación de la economía que restrinja las ganancias enormes de un puñado de sojeros y en cambio permita sobrevivir y tener trabajo a cientos de miles de personas.
Mario Hernandez
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