domingo, marzo 03, 2019

Nikolai Markin: un obrero al servicio de la revolución



Estampilla realizada en la URSS en 1968 en honor al 50 aniversario de la muerte de Nikolai Markin.

Continuando con el repudio a las mentiras difundidas por la serie “Trotsky” (respaldada por el gobierno ruso y emitida por Netflix), queremos rescatar un poco de la historia de quien jugó un papel clave durante la Revolución de Octubre y su relación con el líder revolucionario León Trotsky.

...“A él –a la figura colectiva de Markin– se debe el triunfo de la revolución de Octubre”. Mi Vida, León Trotsky.

Son muchas las difamaciones y mentiras difundidas por la serie emitida por Netflix y financiada por el gobierno de Putin acerca de los hechos de la Revolución de Octubre. En la declaración impulsada por Esteban Volkon, nieto del fundador del Ejercito Rojo, el Centro de Estudios, Investigaciones y Publicaciones (CEIP) León Trotsky y cientos de intelectuales, pueden leerse las principales de ellas.
Una de ellas es que los obreros y las masas no eran más que simples peones utilizados para los intereses individuales y egoístas de Trotsky, Lenin (retratados casi como tiranos) y otros dirigentes como Nikolai Markin.
En esta nota contaremos la verdadera historia del importante rol que jugaron los marineros de la flota del Báltico y de su dirigente Nikolai Markin en la Revolución rusa.

Los marinos de Kronstadt

La población de la ciudad de Kronstadt estaba acostumbrada al yugo del trabajo y al sacrificio. Pero con la revolución en camino, los obreros comenzarían a forjar su propia historia.
Los marinos de Kronstadt jugaron en este nuevo camino, un rol fundamental. Ya desde febrero de 1917, los marinos de Kronstadt se unen a la insurrección en la Isla de Kotlin (en el golfo de Finlandia) contra toda su estructura de mando. Fusilan al comandante y apresan a mas de 500 oficiales, policías y gendarmes. En la fortaleza militar de la isla se respiraban nuevos aires revolucionarios.
En marzo, ponen en pie el sóviet de diputados obreros y soldados y comienzan a instaurar el doble poder, que desafía al gobierno provisional de Kerensky.
Su primer medida es deshacerse del gobernador y luego se rehúsan a permitir a que las tropas sean retiradas de los cuarteles para ser enviadas a la guerra, que ya contaba con millones de muertos.
Para mediados de 1917, el grito “Todo el poder a los soviets”, recorría toda la isla.
Nikolai Markin, un marino de la flota del Báltico, será parte fundamental de este proceso, como miembro del soviet de la isla y como delegado al soviet de Petrogrado. Además en junio de 1917 pasará a formar parte del Comité Ejecutivo central del Primer Congreso de los Soviets, máxima autoridad de los consejos obreros.

Markin, un marino bolchevique

Quienes hayan podido aguantar viendo más que el primer capítulo de la serie, habrán podido ver que Trotsky conoce al marino Nikolai luego de sufrir un robo y lo “contrata” para que le solucione algunos conflictos personales que venía sufriendo su familiatras volver a Rusia. Si bien se puede conceder una licencia artística para relatar su encuentro, el hecho que lo reduzcan a Markin a un simple matón o guardaespaldas es una idea que merece “ser tirada por la borda”.
Nikolai, nacido en 1893, se crió en su cuidad natal entre granjeros. Para 1909 es apresado por primera vez. Y en 1916 entra a las filas del Partido Socialdemócrata Ruso, como parte de la fracción bolchevique.
Trotsky, en su libro Mi Vida, lo describe de la siguiente manera: “Markin, era un marinero de la flota del Báltico, artillero y bolchevique. No se mostró enseguida tal cual era. De mimguna manera era parte de su carácter hacer alarde. Tampoco era orador, tenía problemas de dicción. Además, era un hombre tímido y retraído, como alguien que ha sufrido represión en su fuero íntimo. Pero este hombre estaba hecho de una sola pieza y de un un ’buen material’" ("En Petrogrado", p. 311, Ediciones IPS-CEIP).
Fue este marino de perfil bajo, relata Trotsky, quien luego de que el Comité Ejecutivo del Sóviet de Petrogrado, enemigo de los bolcheviques, se apropiara del periódico, montó una nueva publicación, el periódico El Obrero y el Soldado.
Combatió “revolver en mano” el ataque contrarrevolucionario que pretendía inundar y apagar la llama de la revolución en el alcohol y la embriaguez, defendiendo las bodegas y si no era posible hacerlo, las destruía.
Como cuenta el líder revolucionario: “Sólo venía a verme para decirme que decirme que todo iba bien o para preguntarme si necesitábamos algo. Su experiencia crecía: se estableció la dictadura del proletariado en toda la capital".
Tan es así, tanto era su fervor y compromiso con la revolución que no había tarea por mas desconocida que fuera que no se propusiera cumplir. Así, llego a suplantar extraoficialmente a Trotsky en la cartera de Asuntos Extranjeros, organizando sobre nuevas bases la cancillería, confiscando para los hambrientos los víveres que poseían los diplomáticos, y publicando en forma de folletos los documentos secretos de mayor interés, para que sean de público conocimiento.

Un amigo de la familia

En la serie “Trotsky”, el personaje Markin solo aparece para inventar una fábula, donde Trotsky es retratado como un déspota y celoso, que por una supuesta infidelidad con su compañera Natalia Sedova, lo envía a una muerte segura. Nada más alejado de la realidad.
Veamos que nos dice Trotsky sobre su relación personal con él.
Frente a la hostilidad que día a día sufría la familia del revolucionario en las habitaciones que vivían tras volver a Rusia (una habitación alquilada a una periodista liberal en una mansión burguesa, de lo poco disponible en todo Petrogrado), Trotsky cuenta como de un día al otro todo cambió: “El portero empezó a saludar a mi mujer con ese saludo que los porteros reservan para los inquilinos más influyentes. En el Comité Domiciliario nos entregaban la ración de pan sin amenazas ni demoras. Ya nadie se atrevía a cerrar la puerta en nuestras narices. ¿A quién debíamos todo esto? ¿Quién había sido el mago? Fue obra de Nikolai Markin.” Y agrega: “En la casa burguesa en que nosotros vivíamos, la dictadura del proletariado se implantó antes de que triunfase con la revolución de Octubre.”
Una bajeza total, aunque no sorprende, querer mostrar que fue Trotsky quien manda a morir a Markin. Ese hombre que había tomado bajo su protección a su familia sin que nadie lo supiese. Que se había hecho amigo de sus hijos y a los cuales les compartía su vida.
Hay que contar la realidad. Markin, el marino revolucionario, murió en la guerra civil, como comisionado en el desembarco del Ejército Rojo en la lucha contra el Ejército Blanco en la Batalla de Kazan. Murió, como miles de militantes bolcheviques, en el frente, combatiendo la reacción imperialista que pretendía aniquilar la revolución. Cayó por una bala enemiga, mientras se encontraba a bordo de su cañonera Kommunist.
Trotsky se entera de su muerte con mucho pesar, y es sentida de forma profunda por sus hijos: “Cuando recibí el telegrama informando su muerte, fue como si se derrumbara una columna de granito ante mí. (…) ¿Era posible que estuviese muerto, ese mismo Markin que en los sótanos del ministerio nos había enseñado a disparar el revólver y la carabina? Aquella noche, cuando llegó la siniestra noticia, dos cuerpecitos de niños se estremecieron durante mucho tiempo debajo de las mantas. La madre, sola, escuchó sus llantos inconsolables.”
Dejamos que sea Trotsky quien con sus propias palabras (escritas en una carta posterior a la muerte de Nikolai) termine de desarmar las mentiras de la serie: "Markin ha perecido, qué gran pérdida. Markin fue un excelente revolucionario y un intrépido soldado, un verdadero soldado de la revolución. (...) Entre nuestras muchas pérdidas, la suya es una de las más pesadas. Era relativamente poco conocido en el partido y en las organizaciones soviéticas porque no era ni periodista ni orador. Pero sus obras eran más lúcidas y expresivas que cualquier palabra.
Lo conocí de cerca en el trabajo y puedo testificar que Markin fue uno de los mejores hombres en nuestras filas. Es difícil creer que ya no está con nosotros. Adiós, buen y verdadero amigo Markin."

Andrés Sermux

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