miércoles, enero 29, 2025

Más alivio fiscal para los capitalistas: el gobierno reduce impuestos a los autos de alta gama


Crece la presión impositiva sobre los trabajadores. 
 Una medida en favor de las automotrices. 

La decisión del gobierno de reducir los impuestos a los autos de alta gama y eliminar aquellos que gravaban a los de gama media vuelve a mostrar que el alivio fiscal de su gestión es solo para los capitalistas, mientras somos los trabajadores quienes pagamos el costo de esas prerrogativas mediante mayor carga impositiva y ajuste. 
 El gobierno decidió favorecer a las multinacionales automotrices eliminando los impuestos internos para los autos de entre $41 millones y $75 millones, y rebajando la alícuota del 35% al 18% en los autos que superan los $75 millones. El argumento es que de ese modo se abaratarán los vehículos, aunque lo anterior no está asegurado ya que bien podrían las empresas absorber ese margen de beneficio en lugar de trasladarlo al precio final.
 Incluso, la medida ni siquiera apunta a subsanar la verdadera problemática que atraviesa la industria automotriz. Según la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), las ventas durante el 2024 se mantuvieron en niveles similares al 2023, con un leve repunte del 1,1%. Ahora bien, la producción se desplomó 17% como resultado de un aumento en la importación de vehículos. Sin ir más lejos, en diciembre último los patentamientos de vehículos nacionales crecieron 27,8%, mientras los importados ascendieron 170%. 
 Las consecuencias de esa caída las pagan los trabajadores por medio de despidos y suspensiones. Por mencionar algunos ejemplos, Renault ya redujo la cantidad de turnos, mientras que Volkswagen y General Motors avanzan en retiros voluntarios (despidos encubiertos). De seguir así, la pérdida de puestos de trabajo se agravará, no solo en las fábricas automotrices, sino también en las autopartistas. En ese sentido, otorgar exenciones impositivas a los autos de media y alta gama no apunta a revertir este problema, solo busca mejorar las ganancias de las patronales. 
 Posiblemente, la medida del gobierno sea para aplacar los reclamos de las empresas automotrices sobre el atraso cambiario, mientras estas siguen descargando el peso de las políticas recesivas de Milei sobre las espaldas de sus operarios, dejándolos en la calle o reduciéndoles el sueldo. 
 Así las cosas, las ventajas fiscales de la gestión libertaria son solo para el capital. Al premio destinado a las automotrices se suman la rebaja de retenciones para el agro, la reducción de la alícuota de Bienes Personales y la moratoria impositiva. En contraste, crece la presión impositiva sobre los trabajadores con la reposición de la cuarta categoría de Ganancias y la suba del monotributo. Además de ser los jubilados y las necesidades sociales la principal variable de ajuste a la hora de alcanzar el superávit fiscal. 
 Frente al carácter absolutamente regresivo del sistema tributario del país, planteamos la eliminación de impuestos al consumo como el IVA y del impuesto al salario, y que el sostenimiento del fisco recaiga íntegramente sobre los capitalistas. 

 Sofía Hart

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