La iliquidez por la que atraviesa el Grupo Los Grobo se proyecta como una sombra al resto del sector y aviva los fantasmas del 2018 “cuando varios gigantes del sector sufrieron una crisis de liquidez cuando se descalzaron en la bicicleta financiera y dejaron el tendal” (LPO 15/1).
Entre las entidades bancarias que aparecen como acreedoras del grupo se encuentra Banco Galicia, Santander, HSBC, Hipotecario, Macro y Banco Provincia. El Banco Galicia hizo saber a la CNV que en su condición de agente de la garantía “se encuentra facultado para ejecutar las garantías correspondientes bajo cada uno de los financiamientos en representación” de las entidades bancarias que tengan jurisdicción en la Argentina.
De manera desagregada, a Agrofina, la agencia de calificaciones Fix, que cuantifica riesgos, le bajó la calificación crediticia hasta la última categoría posible, por el incumplimiento de pago. La calificadora de riesgos también bajó la calificación de ALZ Semillas, Metalfor, Fuhrmann y Atanor, todas con perspectivas negativas, que enfrentan abultadas deudas a corto plazo, en un contexto recesivo general y en el sector en particular, lo que vuelve más incierta la suerte de estas empresas y del sector en su conjunto.
Los productores, el eslabón más débil de los acreedores del grupo, se autoconvocaron y bloquearon por 72 horas las entradas de la sede la empresa ubicada en San Miguel del Monte, exigiendo el pago de sus deudas. Al malestar de los productores por la incertidumbre de no saber si podrán contar con los precios pactados a futuro con la empresa, se suma la de los transportistas, con quienes el grupo empresario también mantiene deudas por cifras millonarias. Los productores realizaron una vigilia en la entrada de la empresa, temen un posible vaciamiento, ya que desde que se declaró el default, los camiones cargados no paran de salir de la planta. El jueves pasado los productores autoconvocados manifestaron que arribaron a un precario principio de diálogo con el grupo con el objetivo de saldar el conflicto.
Lo concreto al día de hoy es que los accionistas (Victoria Capital Partners y la familia Grobocopatel) no han dado muestras de desembolsar el capital necesario para eludir el *default *financiero y comercial y no son pocos los que avizoran un recurso preventivo de acreedores.
Cadena de quiebras
En un efecto dominó, Campo Avanzada, establecimiento ubicado en la provincia de Entre Ríos, también entró en *default *y anunció que no pagará la última cuota de Obligaciones Negociables Pyme de $ 6.250.00 más intereses, a vencer el 21 de enero. A mediados de 2024 la empresa había recurrido a un concurso preventivo, aduciendo “la situación general del país y varios factores extraordinarios e imprevisibles, que han impactado negativamente en la actividad productiva de la empresa”. por su parte la empresa Surcos, que a principios de diciembre defolteó por 3.500.000 dólares y 9.364.000 pesos, el lunes pasado no abonó el séptimo pago de obligaciones negociables (ON) por 69.000 dólares.
Los capitalistas del sector agrícola (que prevén realizar acciones directas para marzo y abril), se apalancan en el default comercial y financiero de Los Grobo para presionar por una reducción de las retenciones y una inmediata devaluación de la moneda. Una reducción de las retenciones le puede hacer perder al gobierno 6.000 millones de dólares de los 9.000 millones que embolsa por los derechos de exportación, lo cual acentuaría el plan “motosierra” para costear las perdidas por ingresos de los dólares que escasearán. Así las cosas, el *default *en cadena de empresas del sector pone sobre la mesa “todas las contradicciones del programa oficial y una fractura expuesta dentro de la mismísima base capitalista del gobierno liberticida”.
Lucas Giannetti
18/01/2025
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