En esta primera etapa del acuerdo, que dura poco más de un mes, debería haber un lanzamiento de otros 30 rehenes (sobre 98 totales), a cambio de varios centenares de presos palestinos (1.900, según la cadena Al Jazeera). El próximo sábado se concretaría un nuevo intercambio.
En las cárceles israelíes hay más de 10 mil presos políticos palestinos, la mayor parte de ellos bajo el régimen de detención administrativa, que permite a las autoridades sionistas mantener a las personas cautivas de manera indefinida y sin cargos. Las condiciones de detención son brutales, habiendo denuncias recurrentes de maltratos, tortura y privación de recursos básicos de vida.
Precisamente, una de las liberadas en esta primera tanda es una militante por los derechos de los detenidos. Se trata de Khalida Jarrar, quien también es dirigente del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), grupo considerado “terrorista” por Israel. Jarrar fue arrestada por primera vez en 1989, durante una movilización en Cisjordania por el día internacional de la mujer. Su última detención se produjo a fines de diciembre de 2023. También resultó liberada Rula Hassanein, editora de Wattan Media Network, un medio cisjordano, quien había sido detenida en marzo de este año. En paralelo con el intercambio, se reabrió el cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, por donde reingresaron camiones de ayuda humanitaria.
Israel continuó realizando bombardeos y ataques hasta el último minuto de inicio del cese al fuego, con más de 80 asesinatos. El lunes mismo, pese a la vigencia del acuerdo, un joven fue asesinado por un francotirador israelí en la zona de Rafah.
El gabinete de seguridad israelí aprobó finalmente el acuerdo de cese al fuego, pero la organización Poder Judío, del ministro Itamar Ben-Gvir, que contaba con tres ministros y tiene seis legisladores, se retiró del gobierno en señal de disconformidad. En tanto, el Partido Sionista Religioso de Benjamin Smotrich, el ministro de Finanzas, que cuenta con siete diputados, se mantuvo en la coalición gubernamental, pero exige a Netanyahu que reocupe Gaza y proceda a instaurar un “gobierno militar temporal”.
En la primera etapa del acuerdo de cese al fuego, que está en curso, las tropas israelíes deben retirarse de las zonas pobladas de Gaza hacia un área ubicada unos 700 metros dentro de la frontera, y deben iniciar su salida del corredor de Filadelfia, en la frontera con Egipto. Recién en la segunda etapa de las negociaciones, que está condicionada al éxito de la primera, habría tratativas para una retirada efectiva de las tropas sionistas de todo el enclave costero, que era el planteo inicial que había formulado Hamas.
Para el gobierno israelí, el acuerdo supone un golpe a su objetivo declarado de aniquilar a la resistencia palestina. Esto explica la crisis interna y la demora de varios días de Netanyahu en aceptarlo.
Viva la lucha del pueblo palestino. Por la retirada total de las tropas israelíes de Gaza. Fuera Israel del Líbano y Siria. Por una Palestina única, laica y socialista, como parte de una federación socialista de pueblos de Medio Oriente.
Gustavo Montenegro
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