El pago de U$S 4.341 millones a los bonistas privados volvió a poner de manifiesto el estado delicado en el que se encuentran las reservas. Se trata de deuda reestructurada en 2020 por Martín Guzmán, mostrando la continuidad de los sucesivos gobiernos en el rescate de esta hipoteca impagable.
Tal es así que, para mitigar el impacto de este vencimiento en las reservas, el gobierno de Milei tuvo que endeudarse en dólares. Nos referimos al Repo, a través del cual el Banco Central emitió Bopreal por el equivalente a U$S 2.000 millones, para recibir a cambio U$S 1.000 millones por parte de los bancos internacionales. El plazo de devolución acordado es de dos años y cuatro meses a una tasa de interés ultrausuraria del 8,8%.
A su vez, el Tesoro, para comprarle al Banco Central los dólares necesarios para pagarles a los bonistas, utilizó pesos que obtuvo a través de ajustar sideralmente al pueblo. Según un informe de Iaraf, la motosierra del 2024 (equivalente a 4,2 puntos del PBI) está compuesta, en un 80%, por recortes a la asistencia social, a las jubilaciones, a la educación y a la cultura y a lo subsidios energéticos -con sus correspondientes tarifazos. Como vemos, Milei hundió a los sectores populares en beneficio de los buitres.
Por otra parte, se corrobora como falsa la premisa del gobierno peronista de que era necesario arreglar con los bonistas privados y sellar un pacto con el FMI para volver a acceder al crédito internacional. A la luz de los acontecimientos, dichos acuerdos solo provocaron más privaciones a las mayorías y drenaje de divisas mediante el pago de vencimientos, sin embargo, la mirada del mercado respecto a la deuda soberana Argentina no mejoró un ápice, según las recientes mediciones realizadas por la calificadora de riesgo Moody´s (Ámbito, 8/1). En cambio, sí mejoró la calificación de las empresas privadas, habilitándolas a endeudarse en dólares para especular con el carry trade.
Es que las sucesivas restructuraciones no hicieron más que acentuar el peso de los intereses, engrosando el stock de deuda externa y los vencimientos futuros. Sin ir más lejos, entre el primer trimestre 2020 y el tercer trimestre de 2024, la deuda pública en moneda extranjera pasó de U$S 184.551 millones a U$S 206.419 millones, a pesar de haber pagado compromisos en el medio, a costa de las reservas.
Así las cosas, los vencimientos de deuda en dólares previstos para este año ascienden a U$S 21.642 millones, según la consultora Sudamericana Visión, cuando las reservas netas se encuentran en U$S 11.033 millones negativo, según PPI. Una crisis de envergadura que pondrá contra las cuerdas la «estabilidad cambiaria» de la que se jacta el gobierno y que intentará ser sorteada con nuevo endeudamiento en dólares o reestructuración a tasas usurarias.
Se ve a todas luces el carácter impagable de la deuda externa y cómo su rescate a cargo de los sucesivos gobiernos capitalistas es una enorme fuente de saqueo nacional y un ancla al desarrollo del país, cuyas consecuencias las pagamos los trabajadores con planes de ajuste y tensiones cambiarias. Hay que desconocerla.
Sofía Hart
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